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La Noche en Blanco acoge la masiva afluencia de madrileños en su tercera edición

  • El frío y un fuerte viento protagonizaron un ambiente caldeado por más de 170 actividades
  • Se suspende a causa del viento el número del funambulista Jade Kindar-Martin
  • La Orquesta de RTVE interpretó versiones de las bandas sonoras de los filmes de Almodóvar
  • "Máximo silencio", una instalación de 10.000 luces esféricas de colores
  • Lecturas poéticas, danzas aéreas, museos abiertos, instalaciones vanguardistas...

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Madrid se pasa la 'Noche en Blanco'

El frío y el fuerte viento que soplaba anoche no impidieron que miles de personas colapsaran las calles madrileñas en la tercera edición de La Noche en Blanco, un cita con la cultura que el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón, dio por "consolidada" a la vista de la "masiva" respuesta ciudadana.

"El éxito de La Noche en Blanco no reside sólo en el número de personas que acudan, sino que queremos dimensionar y consolidar la iniciativa y que el interés por la cultura se prolongue a lo largo de todo el año", explicaba Gallardón a Efe en la azotea del Círculo de Bellas Artes minutos después de que se suspendiera a causa del viento el número del funambulista Jade Kindar-Martin.

Era uno de los números más esperados de la noche y por ello fue también el momento de mayor decepción de quienes, animados por la programación de más de 170 actividades que ofertaba La Noche en Blanco, habían salido a las calles a disfrutar del teatro, la danza, las artes plásticas y visuales, entre otras disciplinas.

La Orquesta de RTVE reinterpreta a Almodóvar

La noche comenzaba entre fuegos artificiales alrededor de las nueve de la noche en Matadero Madrid, sede del concierto-homenaje a Pedro Almodóvar, donde la Orquesta de Radio Televisión Española interpretó versiones de las bandas sonoras más célebres de la filmografía del cineasta manchego, compuestas por el músico Alberto Iglesias.

Al acto acudieron los protagonistas, Pedro Almodóvar y Alberto Iglesias, pero también algunas caras conocidas como las de las "chicas Almodóvar" Bibiana Fernández y Rosi de Palma o su hermano, el productor Agustín Almodóvar.

Los espacios más emblemáticos de Madrid fueron el escenario de una noche cultural que comenzaba a las nueve y se ha prolongado hasta las siete de la mañana, una cita a la que los madrileños acudieron con "ganas de pasarlo bien y de aprender", tal y como comentaba un hombre mientras esperaba para entrar al Museo del Prado.

Velázquez, Goya o Murillo, eran tan sólo algunos de los autores de las obras clásicas que pudieron contemplar los asistentes a ésa pinacoteca.

Propuestas de vanguardia

Muy poco tenía que ver con esas pinturas la instalación de David Fernández, "Alegoría en la que me jodéis con 10.000 putas velas", montada en el Museo Reina Sofía y en la que se invitaba al público a derramar cera caliente sobre el artista.

Tampoco pasó desapercibida la idea del artista dEmo, que situó enormes patitos de goma en las fuentes más importantes de la ciudad, como la de Cibeles.

En esta misma plaza, cualquier viandante podía recibir un sonoro beso a través de la demostración de afecto propuesta por Teresa Sapey, en la que una voz en off lanzaba "muacs" mientras se proyectaban labios en la fachada del Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid.

Muy cerca, en la Gran Vía, donde los peatones caminaban libres de tráfico, se abrían las puertas para entrar en exposiciones como la del fotógrafo Axel Hutte en el Edificio Telefónica,en el que también se instaló la obra "Comfort #6" de los creadores suizos Lang y Baumann: una gran pieza hinchable compuesta por tubos cilíndricos.

Música y fútbol freestyle

Pero no sólo los museos y las salas de exposiciones participaron en la Noche en Blanco. Incluso las salas de conciertos, como la Wurlitzer Ballroom o el Costello, ofrecieron una programación especial en esta cita con la cultura, a la que también se sumaron los teatros.

Así, el Teatro Real ofrecía a través de una pantalla gigante situada en el exterior del edificio "los mejores momentos del Real", un espectáculo que entretuvo a los cientos de personas que aguardaban para entrar a las cocinas del Palacio Real, dispuestos, según afirmó una mujer, a "esperar por lo menos dos o tres horas" por ver los reales hornos.

Distinto fue el público que observaba el espectáculo de fútbol freestyle del grupo Komball, que deleitó a los jóvenes que aguardaban a las puertas del Circo Price con un "fútbol urbano, adaptado a la calle", comentó el director audiovisual de una discográfica, Carlos García.

Miles de luces en la Explanada del Rey

El artista Giancarlo Neri montó a orillas del Manzanares "Máximo silencio", la instalación de 10.000 luces esféricas de colores que dotaba de un "aire mágico" la Explanada del Rey.

La instalación "La demeure de l'essence" en la plaza de Oriente o el concierto de jazz en la escalinata del Palacio de Congresos fueron otras de las citas de la noche, como también lo fueron la lectura poética a ritmo de jazz en la plaza de Ramales o la danza japonesa que inundó la Plaza de la Villa. Una maplio programa en el que ha sido difícil elegir.

La actividad y las aglomeraciones no fueron exclusivas del centro de la capital y se repetían en otros puntos más alejados del centro, como el Parinfo de la Complutense, sede de un concierto de música electrónica o la explanada del Santiago Bernabeu, con la danza aérea como protagonista.

De este modo, la Noche en Blanco -que nació en París en el 2002- ha ofrecido en su tercera edición a todos los madrileños dispuestos a encontrarse con la cultura una ciudad repleta de multitud de actividades diferentes, tanto de música como de teatro, cine o artes plásticas.