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El batiscafo que intentaba lograr el récord de inmersión sufre una avería

  • Uno de los submarinos tuvo una colisión por una ráfaga de viento
  • La expedición tenía el objetivo del récord del mundo de inmersión en un lago
  • Los trabajos se reanudarán en un día o dos

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El batiscafo ruso Mir-2 ha sufrido una avería cuando era sumergido en el lago Baikal, en el extremo oriente de Rusia, por lo que han sido suspendidas las inmersiones con las que intenta batir el récord de profundidad, según ha comentado el número dos de esa expedición científica.

Una ráfaga de viento hizo chocar el Mir-2 con el casco de la barcaza nodriza "Metropolia", colisión en la que resultó dañado uno de los motores del aparato, seún ha explicado el científico en declaraciones a la agencia oficial RIA-Novosti.

El miembro de la expedición ha añadido que los trabajos de reparación se prologarán como mínimo un día, razón por la cual se ha adoptado la decisión de suspender las inmersiones en las que también usan el aparato Mir-1.

No consiguieron batir el récord

Este martes se iniciaron las inmersiones en el lago de agua dulce más profundo del mundo. Los dos batiscafos tripulados alcanzaron el fondo del Baikal, pero no consiguieron batir el récord del mundo que ansiaban. El Mir-2 tocó fondo a 1.592 metros de profundidad, mientras que su gemelo, el Mir-1, lo hizo a los 1.580 metros.

Estudio sobre el fondo del lago

La expedición, que realizará este año y el próximo 160 inmersiones en el Baikal, se propone determinar con exactitud su profundidad, detectar posibles fuentes subterráneas de procesos termales, tomar datos tectónicos -el lago experimenta unos dos mil seísmos anuales de baja intensidad- y examinar restos arqueológicos.

También tratará de verificar las hipótesis de la existencia en ese lago de formas de vida sin oxígeno y, además, los científicos aprovecharán para despejar otra incógnita: las reservas y los recursos energéticos del lago. La misión está organizada por el Fondo de Asistencia para la Protección de Lago Baikal y dirigida por Artur Chilingárov, vicepresidente de la Duma, la cámara de diputados de Rusia, e investigador polar.