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Rajoy, el eterno candidato

El líder de la oposición, Mariano Rajoy, no se rinde. Después de caer derrotado en las elecciones generales del 9M ante Zapatero, Rajoy ha anunciado que se presentará de nuevo como candidato a la Presidencia popular en el Congreso Nacional extraordinario que se va a celebrar el próximo mes de junio.

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Rajoy en un mitin de campaña en Hospitalet (Barcelona)
Rajoy en un mitin de campaña en Hospitalet (Barcelona).

Con el aval de haber mejorado su resultado electoral y con el apoyo de la práctica totalidad de sus 'colegas', el sucesor de Aznar se ve capacitado para un tercer duelo con el actual presidente del Gobierno.

Aunque compartieron colegio (el de las Discípulas de Jesús de León), tienen la misma profesión y optan al mismo destino, hablar de Rajoy y Zapatero es como hacerlo del blanco y el negro. Totalmente opuestos políticamente, en sus dos primeros duelos el socialista ha resultado vencedor y ha alcanzado la presidencia del Gobierno por la misma ventaja: 16 escaños.

Mariano Rajoy está al frente del PP desde 2003. Entonces, el dedo de Aznar le señaló a él como sucesor. El indiscutible líder del Partido Popular puso toda su confianza en él, un gallego campechano y cuarentón que le había apagado fuegos allí donde se lo había pedido.

El que en su día fuera el registrador de la propiedad más joven de España -24 años-, pasa por ser uno de los políticos más polifacéticos del mercado. Ha sido ministro de Administraciones Públicas, de Educación y Cultura, del Interior, Vicepresidente Primero e incluso Portavoz del Gobierno... ahí es nada. Para las próximas elecciones, en 2012, Rajoy llevará 9 años en la oposición.

El último fuego

Lograr la presidencia del Gobierno fue la última petición de Aznar a su delfín. Su relación comenzó en 1990, cuando el por entonces presidente del PP mandó localizar al diputado de su partido por Pontevedra. El tal Mariano Rajoy se desplazó sorprendido a Génova, donde aceptó la propuesta de su líder de convertirse en el vicesecretario del partido.

Comenzaba así la fulgurante carrera política de un brillante licenciado en Derecho, que destacaba entre los suyos por su talante y su buen humor. Casado con Elvira Fernández Balboa, con la que ha tenido dos hijos, Rajoy se encuentra en el momento más difícil de su carrera.

Renovarse o morir

Aunque su clásica barba le sigue acompañando, en esta última legislatura, el candidato popular ha evolucionado en su imagen. Ha mejorado su capacidad de liderazgo aunque se le ha visto menos negociador, con una actitud hermética ante las políticas del Gobierno, que ha criticado abiertamente con especial hincapié en la política antiterrorista de Zapatero, la apuesta central de su oposición.

La ruptura del pacto antiterrorista ha sido la desunión más evidente entre presidente y líder de la oposición, que se han reunido nueve veces en La Moncloa durante los últimos cuatro años. Pero no ha sido éste el único desencuentro político de Rajoy, que ha tenido que lidiar con dos "miuras" dentro de su propio partido. Las aspiraciones políticas del alcalde de Madrid y la presidenta de esta comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre, acabaron con los dos fuera de las listas definitivas al Congreso. Un duelo que marcó el final de la legislatura popular.