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Tokyo 2020 | Juegos Paralímpicos

Nostalgia por Barcelona: repaso al medallero español en los Juegos Paralímpicos desde Tel Aviv 1968 hasta Tokyo 2020

  • España cierra su participación en los Juegos Paralímpicos de Tokyo con un total de 36 medallas y 88 diplomas paralímpicos
  • Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sidney 2000 fueron las tres ediciones donde la delegación nacional conquistó más metales

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Repaso por el medallero español en los Juegos Paralímpicos

Desde las primeras medallas que ganó España en los Juegos Paralímpicos de Tel Aviv 1968, el medallero nacional se ha agrandado hasta los 687 metales, contabilizando los últimos 36 que la delegación española ha conseguido en los Juegos Paralímpicos de Tokyo 2020. Las cifras fueron variando en cada edición, aunque hubo un día en que España tocó techo: fue en casa, en Barcelona, en 1992, allí, se besó un cielo que jamás se volvió a ver. Una vitrina formada por 107 medallas que marcaron un antes y un después. Repasamos el medallero histórico español en los Juegos Paralímpicos.

Los Juegos Paralímpicos se estrenaron en Roma en 1960 -tras coger el testigo de los Juegos de Stoke Mandeville-, pero no fue hasta ocho años después cuando España contó con participación de sus deportistas. En los Juegos Paralímpicos de Tel Aviv 1968, que deberían haberse celebrado en México, la delegación española compitió contra otros 28 países para conquistar las primeras preseas paralímpicas de su historia. En total, cuatro: tres platas y un bronce, y todas ellas en la única competición en la que participó, natación.

Llegaron los Juegos de Heidelberg en 1972 y España repitió cifras. Esta vez, se enfrentó a deportistas de 40 países para hacerse con una medalla. Lo intentó en baloncesto en silla de ruedas, tenis de mesa y atletismo, pero el pleno plateado volvió a ser en natación: cuatro medallas, las cuatro de plata.

Toronto 1976 y los primeros oros

España tuvo que esperar otros cuatro años para hacerse con sus primeros oros. En los Juegos de Toronto 1976, un total de 1.271 deportistas de 41 países diferentes compitieron en trece deportes. En la capital canadiense, la delegación nacional por fin se hizo con la presea más pesada. La natación, su nicho de medallas, vio cómo el atletismo se ponía a su altura: en la piscina, conquistaron dos oros, tres platas y un bronce, idéntico resultado que se obtuvo en la pista roja. En total, 12 medallas, el triple de las logradas en Heidelberg.

La década de los 80 dio un fuerte impulso a España que casi dobló las cifras de Toronto en los Juegos Paralímpicos de Arnhem 1980. En total, 23 medallas, la mayoría plateadas. Un oro, trece platas y nueve bronces. Los representantes españoles de baloncesto en silla de ruedas y tiro con arco lucharon por hacerse hueco en el medallero, pero, de nuevo, la natación y el atletismo fueron los protagonistas.

De doble en doble y tiro porque me toca. De 12 a 23 y de 23 a 44. En Nueva York 1984, la natación y el atletismo hicieron lo propio y el tiro con arco consiguió conquistar su primer metal de la historia paralímpica española. Es la primera vez que las medallas de oro superaban a las de bronce y las de plata: 22 preseas doradas frente a 10 plateadas y 12 de bronce. En total, 44 medallas que auparon a España.

Barcelona, el cielo del centenar de medallas

La tendencia ascendente se rompió en Seúl 1988. En la capital de Corea del Sur, España perdió una medalla hasta sumar 43. La natación y el atletismo se mantuvieron como los deportes de éxito y el tiro con arco se mantuvo con las mismas cifras. La delegación perdió una medalla, pero los oros seguían ganando: 18 preseas doradas, 13 plateadas y 12 bronces.

En Barcelona, las calculadoras explotaron. Fue en casa, en 1992, cuando los representantes del deporte paralímpico español tocaron el cielo. En la vitrina, se contabilizaron hasta un total de 107 medallas. El atletismo por primera vez superó a la natación: 48 preseas frente a las 43 logradas en la piscina catalana. España se estrenó en boccia y se coronó con dos oros. El ciclismo, la esgrima, el judo, el tenis de mesa, tiro paralímpico y tiro con arco también hicieron lo propio y llevaron a la delegación a conquistar 34 oros, 31 platas y 42 bronces.

España no se bajó de la nube en Atlanta 1996, cuando conquistó 106 medallas, ni en Sídney, cuando mantuvo el ritmo con 102 preseas. Los representantes españoles tuvieron que conformarse con hacer triplete de centenares y, cuando besaron suelo griego, vieron su sueño escaparse: en total, la delegación logró 71 medallas en Atenas 2004. Veinte oros, 27 platas y 24 bronces.

Tokio, la gran esperanza

Desde ese momento, comenzó una tendencia descendiente: en Pekín 2008, España consiguió 58 medallas (15 oros, 21 platas y 22 bronces); en Londres 2012, perdieron algunas hasta lograr 42 preseas (ocho oros, 18 platas y 16 bronces) y en Río 2016 se cerró el medallero en 31 metales (9 oros, 14 platas y 8 bronces).

En Tokio, España ha vuelto a remontar superando las cifras de Brasil. Los representantes de los Juegos Paralímpicos de Tokyo han hecho los deberes y han sacado sobresaliente, ganando cinco medallas más para ampliar el palmarés. En total, 36 preseas: 9 oros, 15 platas y 12 bronces que, de nuevo, devuelven la esperanza a nuestro país, con unos deportistas ejemplares que seguirán luchando por revertir la tendencia y llevar a España a lo más alto.