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El periodista Alfons Quintà y su mujer han sido encontrados muertos en su domicilio de Barcelona. La policía científica de los Mossos d'Esquadra ha estado trabajando esta tarde en el domicilio de Alfons Quintà recabando información en la escena de los hechos y, según fuentes cercanas al caso, en la investigación se baraja la posibilidad de que se trate de un caso de violencia machista con arma de fuego.

Siete de cada diez juicios por violencia de género acabaron con condenas a los maltratadores, según los últimos datos del Poder Judicial, que destacan un aumento en un 14% de las denuncias por violencia de género y de un 3% de las órdenes de protección respecto al mismo periodo de 2015. La estadística del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) del tercer trimestre de 2016 registra 36.000 víctimas de violencia machista, un 11% más, de las que 11.105 eran extranjeras (el 30,8 %) en un total de 38.402 denuncias presentadas en los órganos judiciales.

La Policía Nacional ha detenido a un compañero de trabajo de una joven de 25 años asesinada a puñaladas en la madrugada del sábado en Vigo, con la que mantuvo una relación sentimental esporádica, informan a Efe fuentes de la investigación. La noticia se produce en un domingo negro, ya que otro hombre ha sido detenido en Tarragona tras confesar el crimen de su mujer y otra víctima apuñalada el viernes en Santiago ha fallecido por las heridas.

Aunque tras conocerse las imágenes la víctima decidió denunciar, después cambió de opinión. La existencia de la grabación ha permitido a la fiscalía y a la guardia civil actuar de oficio para que este caso de violencia machista sea juzgado. El vídeo que grabaron las cámaras de seguridad del edificio donde reside la víctima ha sido la principal prueba en este juicio. La mujer apenas da unos pasos cuando aparece su pareja y sin mediar palabra empieza a golpearla. La agresión presuntamente habría continuado pero ya lejos de la cámara que decidió instalar la comunidad de vecinos por los robos. El acusado ha evitado ver el vídeo bajando la mirada y se ha acogido a su derecho a no declarar. Al no denunciar la víctima, la grabación se ha convertido en la principal prueba. La mujer, de 38 años, también se negó a ser reconocida por un médico. En el juicio no ha querido testificar. La fiscal ha elevado la petición de pena desde los 9 meses iniciales hasta 2 años y 3 meses de cárcel por un supuesto delito de lesiones. Ella acudió a urgencias supuestamente por una caída de una escalera y consta ese informe.

Carles Mesa entrevista a Flor de Torres Porras, fiscal delegada de Violencia de Género en Andalucía. El 25 de noviembre se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (07/12/16).

Llego a una jornada sobre violencia de género que organiza Sevilla Acoge, pero centrada en los menores que son víctimas directas del maltrato. Son niños que sufren en silencio y quedan traumatizados si no se les escucha o no se toma en serio su testimonio. Los niños no mienten, tienen voz, y el deber de los profesionales que ayudan en estas situaciones o toman decisiones sobre la vida de estos menores, como los jueces de lo penal que dictan sentencias, tienen la obligación de responder a las necesidades que los niños y niñas manifiesten. Las leyes existen y los protegen, hay que aplicarlas teniendo en cuenta el testimonio de los menores. Hay que profesionalizar y formar en violencia a los juzgados de lo penal.

Tras conversar con diferentes profesionales presentes en las jornadas, desde el grupo de policía DIANA en Sevilla (teléfonos de contacto: 954473980 y 625150636), la coordinadora del juzgado de violencia de género,  Amalia Calderón, una psicóloga o mujeres que junto a sus hijos han sido víctimas de violencia de género, la conclusión es que falta especialización en los juzgados, sobre todo, pero también en otros ámbitos de la administración sobre este tema. Conocer qué es la violencia y lo que implica para sus víctimas es fundamental para poder hacer justicia de verdad.

Porque se supone que el hogar, en el ámbito de lo privado, es donde los menores se deben sentir más protegidos, más seguros. Sin embargo, es donde pasan más miedo y donde se viven las situaciones más terribles. Escuchamos testimonios terribles que marcan para toda la vida a estos jóvenes. Los niños y niñas que tienen la desgracia de presenciar o de sufrir situaciones de maltrato merecen de un cuidado y un apoyo psicológico especializado. Son niños, pero saben de lo que hablan cuando relatan estas vivencias, su testimonio debe ser respetado y tenido en cuenta. De lo contrario, pueden reproducir patrones como los que han vivido. ¡Su voz cuenta y mucho!

Recuerdo que el teléfono de atención a los malos tratos y que no deja rastro es el 016.