El papa Francisco nació y creció en una familia humilde de Buenos Aires. Era un gran aficionado del fútbol y trabajó de profesor y portero de discoteca, entre otras profesiones. A los 20 años, sufrió el primer susto de salud, cuando le extirparon parte de un pulmón. Un año después, fue ordenado sacerdote y comenzó una larga carrera dentro de los jesuitas. En 1998, llegó a arzobispo de Buenos Aíres. En 2001, Juan Pablo II le nombró cardenal y en 2013 comenzó su papado.
Nunca olvidó sus orígenes humildes y defendió una Iglesia pobre y para los pobres, por eso residió en la Casa Santa Marta y cambió el trono papal de oro por un sillón blanco. Miró especialmente por los migrantes. Uno de sus momentos más recordados es su viaje a Lampedusa, tras la muerte de cientos de personas que trataban de alcanzar la costa. Su trayectoria ha estado marcada por un discurso más aperturista, aunque tuvo que pedir perdón en alguna ocasión. Visitó más de 60 países y gozó de una gran influencia política.