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Uno de los mayores retos del pontificado de Francisco ha sido la reforma de la Curia, el gobierno de la Iglesia Católica: su objetivo era acabar con intrigas, escándalos y enfrentamientos internos. El papa reconoce que hay corrupción y aprueba leyes para evitar nuevos casos, como prohibir a los directivos aceptar regalos de más de 40 euros o invertir en paraísos fiscales. Estas medidas llegan después de que Angelo Becciu se convirtiese en el primer cardenal del Vaticano condenado a cinco años por un escándalo financiero. Otra de sus ideas revolucionarias es aumentar la presencia de mujeres en todos los ámbitos de la comunidad eclesiástica. Su enfoque sobre temas como las uniones civiles entre miembros de la comunidad LGTBI también han desatado la furia de los sectores ultraconservadores. Conoce más detalles con nuestra compañera Mónica Cartes.

Debates, intrigas y luchas de poder en la jerarquía eclesiástica dentro de un proceso donde nada se deja al azar y donde se determinará el nuevo rumbo que seguirá la Iglesia bajo el nuevo pontificado. Hay como máximo 120 cardenales de hasta 80 años de edad que entran en procesión, tras haber oído misa, a la Capilla Sixtina. Juran dos veces guardar secreto sobre todo lo que se delibere en el cónclave y se someten a estrictos controles para evitar grabaciones.

Cada cardenal escribe el nombre de su candidato en una papeleta y tres "escrutadores" se encargan del recuento. Si ninguno de los candidatos consigue dos tercios de los votos habrá fumata negra y se votará, de nuevo, hasta que haya fumata blanca. Una vez elegido, y tras preguntarle si acepta o cómo debe ser llamado, los cardenales le muestran su respeto y obediencia. A partir de ahí, el nuevo líder espiritual se encamina hacia el balcón de la Basílica de San Pedro. Todos los detalles sobre este proceso con Aurora Moreno.

Durante todo su pontificado, el centro de las miradas de Francisco pasó por los migrantes y los refugiados, puesto que él también se considera extranjero al asentarse en Europa, después de pasar la mayor parte de su vida en Argentina. En esta crónica, nuestra compañera del área de Internacional RNE, Sara Alonso, hace un repaso por los principales viajes: Isla de Lampedusa, Lesbos, el Mediterráneo... Si hay algo que hay que destacar de Francisco es que en plena crisis migratoria (2015) regresó con 12 personas refugiadas en un avión desde Siria. "Gestos como estos han definido su obra", destaca Alonso.

El papa Francisco ha reaparecido en la plaza de San Pedro para impartir la tradicional bendición 'Urbi et Orbi' ante miles de fieles congregados en el corazón del Vaticano. Aunque con voz débil y en plena convalecencia, el pontífice no ha querido ausentarse en uno de los días más importantes para la cristiandad.

La expectación se mantuvo hasta el último momento, ya que no hubo confirmación oficial sobre su presencia. Sin embargo, a las doce en punto, Francisco salió al balcón principal de la Basílica vaticana y pronunció un breve mensaje: “Hermanos y hermanas, feliz Pascua”. Posteriormente, cedió la lectura de su mensaje al Maestro de Ceremonias.

En ese discurso, el santo padre clamó por la paz mundial, mencionando cada una de las guerras activas en distintos rincones del planeta. Hizo un llamado a la liberación de prisioneros, rehenes y presos políticos en Gaza e Israel, e instó al desarme global y a recuperar la confianza en que la paz “sigue siendo posible”.

Poco antes de la ceremonia, el papa recibió en su residencia de Santa Marta al vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, en un encuentro breve y cordial. Francisco le obsequió huevos de Pascua para sus hijos y una corbata, mientras que Vance le aseguró que rezaba por él cada día.

"Lo vivo como puedo", ha bromeado sin apenas voz el Papa cuando le han preguntado cómo está pasando la Semana Santa en plena convalecencia. Francisco salía de una cárcel romana donde ha visitado a los reclusos aunque, este año, sin el tradicional lavado de pies.

Estos días sus apariciones públicas se deciden a última hora. Por eso todavía no se sabe si se reunirá con el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, que llega el viernes a Roma.

El papa ha acudido, por sorpresa, a la basílica de Santa María la Mayor para rezar antes de la Semana Santa, pero su participación estos días en los actos previstos es una incógnita. El Vaticano ha adaptado su agenda en función de su salud y el tiempo, ya que Francisco aún está convaleciente. Foto: Alessia Giuliani/IPA via ZUMA Press/dpa Alessia Giuliani/IPA via ZUMA Pr / DPA

Es el momento en el que el papa Francisco accedía a la plaza de San Pedro, sorprendiendo a los miles de fieles que asistían a la misa por el Jubileo de los Enfermos.

En silla de ruedas, con oxígeno y acompañado de su enfermero personal, el pontífice ha subido al altar. Tras la bendición del arzobispo y un pequeño problema técnico, ha dado las gracias y deseado feliz domingo a todos.

Francisco ha bendecido a los fieles, entre ellos, personal sanitario, a quienes agradecía su labor en un mensaje leído durante la homilía. También personas enfermas, a quienes, asegura, entiende muy bien en estos momentos.

Es la primera aparición del papa Francisco tras recibir el alta hospitalaria. Durante 38 días estuvo ingresado en el Hospital Gemelli de Roma. La Santa Sede ha asegurado que está mejor poco a poco, pero que su salud sigue siendo delicada.