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Tres días después de Hiroshima, Nagasaki ha conmemorado este domingo el ataque nuclear que destruyó esta ciudad en el oeste de Japón y mató a unas 74.000 personas hace 70 años. Durante estos actos, el primer ministro del país, Shinzo Abe, ha prometido que Japón "seguirá adhiriéndose" a los principios de no producir, utilizar ni transportar armas nucleares en un intento de despejar las dudas sobre la posibilidad de que su Ejército pueda transportar armas nucleares en operaciones de apoyo a aliados tras su reforma militar.

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha revalidado este domingo el compromiso de su país contra el uso de armas nucleares tras la polémica reforma militar emprendida por su Gobierno, durante la conmemoración del 70 aniversario del ataque atómico contra Nagasaki.

70 años después de que el 'Enloa Gay' lanzara la bomba que mató a140.000 personas en Hiroshima e iniciara la era nuclear, el bombardero sigue siendo un símbolo para los estadounidenses. La ciudad recuerda el horror mientras los supervivientes no pueden olvidar lo que vivieron y aún sufren las consecuencias. Recientemente, la catástrofe nuclear de Fukushima, en 2011, ha revivido las críticas a la energía nuclear. 

Las campanas han sonado este jueves a las 08:15 (01:15 hora española peninsular) en el Parque de la Paz de Hiroshima, exactamente 70 años después del lanzamiento por un bombardero estadounidense de la bomba atómica, el primer ataque nuclear de la historia.

La conmemoración ha arrancado con un minuto de silencio en una ceremonia a la que han asistido representantes de un centenar de países, una cifra récord.

La ceremonia de Estado y el tributo a las víctimas y los supervivientes, conocidos en Japón como hibakusha, se ha celebrado en medio de las continuas protestas contra el gobierno nipón por impulsar la reforma militar y la inminente reactivación de centrales nucleares tras el desastre de Fukushima.

El bombardeo de Hiroshima, junto al de Nagasaki, precipitó la rendición de Japón, anunciada por el emperador Hirohito en una alocución radiofónica, y el final de la segunda Guerra Mundial.