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Desde el apagón del pasado 28 de abril ha crecido el debate sobre mantener o no las centrales nucleares españolas.

Las renovables son abundantes y muy flexibles para conectar y desconectar de la red eléctrica, pero dependen del viento, el sol y el agua, que no son constantes. Esa constancia es la que aportan otras fuentes, como el gas o la energía nuclear. Por eso, dicen muchos analistas, que deben seguir en el mix eléctrico.

Diego Mateos, consejero delegado de GESE servicios energéticos, afirma que no hay que "eliminar ninguna de las energías que tenemos, porque cuanto más diversficado mejor".

El Gobierno pactó el cierre de las centrales nucleares con las empresas eléctricas que son propietarias de estas (Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP). Aceptaron en 2019 porque no les salía rentable seguir con las operaciones por el precio de renovación de las centrales, la tasa que pagan por la gestión de residuos radioactivos y la creciente competición por el uranio.

Antonio Turiel, físico en el Instituto de Ciencias del Mar, explica que la "extracción de uranio en el mundo está cayendo muy deprisa, algo que se sabía que iba a pasar, y de hecho esto está motivando que Francia tenga que ir a buscarlo a Kazajistán".

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha tildado de "irresponsable" la renuncia al pacto verde que el president de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, ha pactado con Vox a cambio de su apoyo a los presupuestos autonómicos. Por eso, ha advertido que el Gobierno central estará "vigilante" ante las posibles acciones. "Tenemos que ver en qué se traduce", ha comentado este jueves en una entrevista en La hora de la 1.

Aagesen ha apelado a la responsabilidad de las comunidades autónomas ante el cambio climático, que ha recordado que ya está afectando al medio ambiente, pero también al tejido productivo e industrial. "Lo que ocurrió en Valencia es la cara más dura del cambio climático", ha afirmado, en referencia a las inundaciones por la dana del 29 de octubre, que causó más de 200 muertos.

Finalmente, la vicepresidenta ha recordado que el pacto verde es una política de la Unión Europea, "avalada" por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el Partido Popular Europeo. Así, se ha mostrado convencida de que en su próximo congreso, que se celebrará en Valencia, los populares europeos darán "un toque de atención" a Mazón y van a "reafirmar su compromiso con el pacto verde".

Foto: EFE/ Pablo Garrigós

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha planteado este jueves convertir en "vinculantes" los avisos de riesgos en zonas inundables a raíz de la tragedia de la dana en Valencia, que causó más de 200 muertes.

Al ser preguntada en La hora de la 1 sobre el peligro para las poblaciones construidas en zonas inundables, Aagesen ha citado la importancia de atender a los planes de gestión de riesgos y de actualizar las cartografías, algo que se hizo por última vez en 2023. "Hasta ahora esa información es indicativa y la toman cada una de las administraciones de una forma distinta (…) Vamos a trabajar para abrir el debate para hacer esas planificaciones que son indicativas, vinculantes", ha señalado.

Foto: Francisco J. Olmo / Europa Press

La nueva vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha asistido este jueves a la primera reunión del Consejo de Ministros desde que tomara posesión del cargo el pasado lunes. El nuevo Consejo de Ministros se ha hecho la tradicional foto de familia en las escalinatas del Palacio de la Moncloa.

FOTO: Eduardo Parra / Europa Press

Sara Aagesen es ya la nueva vicepresidenta tercera y ministra de Transición ecológica. Sustituye a Teresa Ribera, que el miércoles será nombrada vicepresidenta de la Comisión Europea, a pesar de los intentos del PP de frenar su designación. Es el único cambio en el Gobierno de Pedro Sánchez que se ha despedido de Ribera, alabando su trayectoria, frente a infundios, bulos y maniobras.

Sara Aagesen, secretaria de Estado de Energía, será la sustituta de Teresa Ribera como vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica. Tomará el relevo cuando Ribera sea ratificada como comisaria europea, previsiblemente dentro de unos días. Aagesen, ingeniera química de formación, entró en 2018 a formar parte del Ministerio que ahora dirigirá. Foto: EFE/Andreu Esteban

El Consejo de Ministros ha anunciado que Sara Aagesen será la sustituta de Teresa Ribera como vicepresidenta tercera y al frente del ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Se trata de un perfil técnico, con amplia trayectoria en el sector energético, con el que ha tenido que lidiar en un contexto que no siempre ha sido fácil: como el corte en las cadenas de suministro en la COVID, los llamados cuellos de botella, la guerra en Ucrania y el aumento desorbitado de los precios del gas y de la energía.

Se trata de la mano derecha de Ribera y ocupaba la Secretaría de Estado de Energía desde enero de 2020, aunque llevaba en el ministerio del ramo desde 2018. Ingeniera química por la Universidad Complutense especializada en medio ambiente, coordinó el borrador del PNIEC 2021-2030 que tendrá que seguir ejecutando ahora como ministra. Este ascenso es visto por muchos como un "movimiento natural".

Entre sus funciones al frente del Ministerio estará, por ejemplo, la gestión del lobo, después de que la Comisión Europea rebajara este año el nivel de protección, o la implantación del sistema de recuperación de residuos de envases plásticos de un solo uso que también exige Europa. En paralelo, tendrá por delante el despliegue de la eólica marina o las relaciones con el sector nuclear con el consiguiente calendario de cierre de centrales. Informa Lara Villanueva.

La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, ha asegurado en TVE que "las facturas se están viendo reducidas", gracias a un conjunto de medidas que está tomando el Gobierno. Entrevistada en La Hora de la 1, Aagesen ha explicado: "Seguimos trabajando en el contexto europeo para que las facturas sean cada vez más bajas". Defiende que el Ejecutivo impulsa en Bruselas iniciativas que España ya ha tomado, sostiene que el nuevo gasoducto Barcelona-Marsella tardará en construirse de 5 a 7 años y espera que se financie con fondos comunitarios. Sobre el cambio del mercado libre a la tarifa regulada, insta a los consumidores a quejarse ante la CNMC si su compañía les pone trabas.