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Según los datos publicados por ACNUR, más de medio millón de ucranianos habrían abandonado el país en vehículo o andando. Laura Alonso, enviada especial de RNE a la frontera con Polonia, informa de que la mayoría de ellos son mujeres o niños. Ana es profesora de polaco y ha cruzado con su hermana y su sobrino, el cual, como indica su tía: "Tiene miedo y solo quiere vivir en un país seguro".

Ellos, al igual que otros tantos compatriotas, se van a quedar en un centro de recepción instalado para todos los ucranianos que no quieran alejarse de la frontera. Allí pueden encontrar también un puesto de ayuda instalado por una ONG, con alimentos, ropa y juguetes.

La frontera se encuentra mucho más tranquila que las últimas jornadas, con el único elemento a destacar de un autobús de ucranianos que habría cruzado por voluntar propia de vuelta al país.

Se cumplen 6 meses de la llegada al poder de los talibanes en Afganistán, cuando miles de ciudadanos tuvieron que abandonar sus hogares para huir de las amenazas. Hoy hablamos en Las Mañanas de RNE con Ali Hussein, uno de los 2.000 refugiados que se encuentran en nuestro país y que huyó junto a su mujer y sus cuatro hijos: “Todos los que trabajábamos con fuerzas internacionales íbamos a ser detenidos e iban a hacer con nosotros lo que querían”, explica Ali, quien ejerció como traductor para el ejército español.

Ali relata como tuvieron que acceder de madrugada al aeropuerto asediado por los talibanes y como, tras un largo viaje con parada en Estambul, lograron llegar a Madrid. “Mis hijos todavía lloran cuando llamamos a nuestra familia”, comenta Hussain, quien dice no desearle a nadie tener que pasar por la experiencia de abandonar su país y a sus seres queridos.

“No podemos quedarnos sentados, estamos obligados a cambiar, a empezar una nueva vida”, añade este traductor, que se encuentra en búsqueda activa de trabajo para poder sacar a su familia adelante. Agradece también la ayuda de las Fuerzas españolas, así como el buen trato que tanto él como su familia están recibiendo, y espera que en unos meses "mejore la situación de todos".

Según la agencia ACNUR425 mil ucranianos han podido abandonar ya el país desde el inicio de la guerra, en Las Mañanas de RNE hablamos con su portavoz en España, María Jesús Vega, que asegura que en la frontera con Polonia hay colas de 15km en coche que se convierte en tres días para poder salir del país y asegura que la gente sale como puede, muchas veces a pie. 

La portavoz de ACNUR en España insiste que esta crisis de refugiados no la sufran solo aquellos países limítrofes como Polonia o Hungría, sino que es importante que el resto de países de la Unión Europea también apoyen la acogida de los refugiados. Vega afirma que si la escalada bélica persiste, la cifra de refugiados podría alcanzar los 4 millones. 

Sobre el anuncio de la Comisión Europea de proponer de manera inmediata la activación de una directiva, que no se ha usado jamás, ni siquiera durante la guerra de Siria, y que permite la entrada en territorio comunitario de un número ilimitado de personas que huyen de una catástrofe, Vega ha explicado que esta crisis es diferente en el sentido que se está dando en el seno de la Unión Europea y asegura que es necesaria una armonización de políticas de asilo. 

A lo largo del fin de semana numerosos españoles han logrado salir de Ucrania pero aún quedan otros que siguen atrapados en el país. Algunos están a pocos kilómetros de la frontera con Polonia, mientras que otros permanecen en sus casas escuchando la ofensiva rusa.

Foto: Refugiados ucranianos (Wojtek RADWANSKI/AFP)

La otra cara de la guerra en Ucrania son los refugiados. Cuatro días de ofensiva rusa han provocado ya un éxodo considerable. La agencia de la ONU para los refugiados cifra ya en más de 360.000 el número de ucranianos que han abandonado su país. Muchos de ellos, por la frontera de Polonia.

Foto: Refugiados ucranianos en una estación de tren de Varsovia, Polonia (EFE/EPA/Pawel Supernak)

Por lo menos un centenar de españoles siguen atrapados en diferentes ciudades de Ucrania. TVE ha hablado con algunos de ellos, que han explicado sus dificultades para llegar hasta la frontera con países vecinos. Los que sí han conseguido llegar ya a Polonia son unos 150 españoles que han sido acompañados por la Policía Nacional. Se espera que lleguen a Madrid el lunes.

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La invasión rusa está provocando una gran crisis migratoria en Ucrania. La ONU ha actualizado esta mañana las cifras y habla de 116.000 personas que ya han salido del país y de otras 160.000 que se han desplazado en su interior. Andan durante días hasta llegar a la frontera polaca, después de llevar días soportando ataques y disparos. Es el caso de Konstantin, que llega del centro del país con su mujer y sus dos hijos pequeños. "Tuvimos que salir muy rápido para salvar nuestra vida". Al igual que Anna, que salió de Gómel escapando de los disparos, con su familia y su perrita: "Solo nos llevamos las cosas vivas". Donde vivía ella se registraban batallas y los puentes habían sido volados, así que avanzaron por el campo, vivían cerca de la fábrica que construían los Antónov, aviones punteros ucranianos, por lo que temían que fueran a volarla. También es la historia de Glick, de 11 años, que guarda a su hámster en cajita de cartón: "Estaba muy nervioso", cuenta. "Por la noche hemos dormido en un refugio que tenía el hotel y había bombardeos", asegura asustado.

Informa Aurora Moreno, enviada especial a Kiev

Las autoridades de Polonia indican que han llegado a sus fronteras unos 100.000 ucranianos. A algunos de ellos, especialmente mujeres y niños, les han ubicado en un campamento improvisado en la ciudad de Budomierz, junto a la frontera. En él se les ofrece ropa, alimentos y elementos de primera necesidad. El campamento está formado por voluntarios y carpas donde pueden también descansar.

Los ucranianos que han conseguido entrar en Polonia agradecen las bebidas calientes y la comida, ya que llevan días caminando y arrastrando maletas. Lo que responden es que quieren volver a casa y son muchas personas las que vienen con sus hijos pequeños, algunos bebés de solo meses.

Informa Laura Alonso, enviada especial a la frontera polaca

Más de 150.000 ucranianos han cruzado ya hacia Polonia, Rumanía, Eslovaquia y Hungría. Naciones Unidas estima que hasta cinco millones de personas pueden abandonar Ucrania. El mayor flujo lo está recibiendo Polonia, donde se espera la llegada diaria de alrededor de 30.000 personas.

FOTO: EFE/EPA/DAREK DELMANOWICZ

Rocío Vicente, portavoz de UNICEF, hos habla de la situación de los niños ucranianos y cómo se presta ayuda psicológica y humanitaria a las familias que huyen con sus hijos o que permanecen en zonas en conflicto, como el Donbás.

La ONU estima que casi 70.000 personas han cruzado ya las fronteras de Ucrania y que el conflicto podría generar alrededor de 1,5 millones de refugiados. Las filas de vehículos que intentan abandonar Ucrania por la frontera oeste sigue siendo kilométricas. Muchos usan carreteras secundarias que no están en buenas condiciones y temen ser objeto de proyectiles rusos. Miles de familias tratan de llegar a Polonia o Rumanía. En los hoteles de la zona no hay ni una habitación para pasar la noche. Unas docientas personas han dormido en una estación polaca, convertida en centro de acogida. Moldavia ha anunciado que abrirá fronteras y no pedirá pasaportes ni certificados. Unos 4.000 ucranianos han llegado ya allí. En República Checa y Polonia se han habilitado trenes gratuitos para refugiados ucranianos.

InformanAurora Moreno, enviada especial a Ucrania, junto a Federico Lasuaca en la técnica

La invasión de Rusia a Ucrania está desatando la desesperación entre la población, que afronta un segundo día de guerra con un horizonte desolador: las tropas han logrado entrar en Kiev y los combates se intensifican. Los soldados rusos han penetrado a través del norte, por el distrito de Obolón, a solo 15 minutos del centro de la ciudad, del palacio presidencial y del Parlamento. Un avance tan rápido como inesperado que ha dejado imágenes de auténtica desesperación en las estaciones de tren y las carreteras.

Son miles los ciudadanos que se encuentran atemorizados dentro de sus casas mientras otros permanecen en refugios antiaéreos, se resguardan en las profundidades de las estaciones de metro o siguen el avance bélico lejos de su hogar tras haber huido al oeste o haber cruzado la frontera para protegerse del horror en algún país vecino.

La madrugada del jueves al viernes ha sido especialmente dura y oscura.  Han pasado la noche bajo el toque de queda,  en los refugios, en el metro o en los sótanos, mientras se producían nuevos bombardeos. Al menos uno de los cohetes ha caído sobre un edificio de viviendas, causando tres heridos, según el Ayuntamiento.

El estado general de la ciudadanía en Ucrania, desde el primer ataque ruso, es de miedo y desconcierto, y la situación no hace más que empeorar a medida que se recrudece el conflicto. Muchos de los que el jueves por la mañana trataban de mantener la calma y decidían permanecer en sus domicilios han amanecido esta mañana en alguna estación de metro o han decidido protegerse ahí este viernes. La inseguridad por las explosiones constantes y las alarmas antiaéreas han sido el detonante de que muchos hayan intentado huir en taxis improvisados.

La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que al menos 100.000 personas han tenido que dejar sus hogares en Ucrania a raíz de la invasión iniciada este jueves por Rusia. En las últimas 24 horas son miles los ucranianos que han cruzado las fronteras de países vecinos como Polonia o Moldavia.

La portavoz de ACNUR, Shabia Mantoo, ha adelantado que es pronto hacer un seguimiento de los movimientos de población o una estimación exacta tras la primera jornada de intervención militar rusa: "En este momento se producen de forma esporádica e impredecible". Prevén que las consecuencias humanitarias para la población civil serán devastadoras y recuerdan que en la guerra no hay vencedores, sino incontables vidas que quedarán destrozadas.

La Agencia de la ONU ha reforzado sus operaciones en Ucrania y países vecinos, y podría aumentar su personal en la zona si el conflicto continúa su escalada. Están trabajando con las autoridades, las Naciones Unidas y otros socios para proporcionar asistencia humanitaria siempre que sea necesario y que sea posible. Para ello, se tiene que garantizar la seguridad y el acceso para el trabajo humanitario.

Por su parte el alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, pidió a los países vecinos a Ucrania que "mantengan sus fronteras abiertas a aquellos que buscan seguridad y protección", después de que ciudadanos ucranianos hayan buscado ya refugio en Rumanía, Hungría o Eslovaquia.

Miles de ciudadanos de Kiev buscan regufio este viernes en las profundidades de las estaciones de metro ante el avance bélico de Rusia. El estado general de la ciudadanía en Ucrania, desde el primer ataque ruso, es de miedo y desconcierto, y la situación no hace más que empeorar a medida que se recrudece el conflicto.

FOTO: Ucranianos en una estación de metro de Kiev, utilizada como búnker. EFE/EPA/STRINGER