María Teresa Fernández desapareció en Motril con 18 años, el 18 de agosto del año 2000. Se celebraban las fiestas del pueblo y la joven había quedado en verse con su novio. Nunca llegó. Su padre la acompañó hasta la parada del autobús que la llevaría al recinto ferial. Allí se perdió su pista.
Los padres de María Teresa Fernández consiguieron entrevistarse en la cárcel con Tony Alexander King, el asesino de Sonia Carabantes y Rocío Wanninkhof. Alguien les había dicho que King podía tener la clave de lo ocurrido con María Teresa.