La fulminante destitución de Comey ha generado cruces de acusaciones sobre las relaciones del entorno de Donald Trump con las autoridades rusas. El líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, ha pedido al líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, que convoque una reunión, si es necesario a puerta cerrada, para que el fiscal general y su "número dos" expliquen por qué ha sido despedido Comey.
Por su parte, los jefes del Comité de Inteligencia del Senado invitaron a Comey a testificar la semana próxima ante esa comisión, una petición a la que aún no ha respondido. Según han publicado medios estadounidenses, Comey solicitó un notable aumento de los fondos para profundizar en la investigación sobre los nexos entre Rusia y la campaña de Trump pocos días antes de ser despedido, una noticia que consideró "totalmente falsa" una portavoz del Departamento de Justicia.
Se trata de la primera citación que emite este comité en el marco de la investigación sobre los vínculos de la campaña de Trump con el Kremlin, ya que hasta ahora todas las comparecencias habían sido voluntarias, igual que la entrega de documentos, informa Efe.
Flynn pidió inmunidad al comité para colaborar en la investigación sobre Rusia, pero el comité lo rechazó.
Flynn ha estado en el foco de la investigación sobre los vínculos de la campaña de Trump con el Kremlin. Flynn asesoró a Trump en política exterior durante la campaña y después fue nombrado asesor de seguridad nacional, cargo del que fue forzado a dimitir después de mentir sobre sus contactos con el embajador ruso en Washington.
Los demócratas creen que la investigación sobre los vínculos con el Kremlin está relacionada con el cese del director del FBI, James Comey.
La inesperada destitución de James Comey como responsable del FBI, así como la sospecha de que Donald Trump, han desatado una tormenta política en Washington que ha llevado al presidente de Estados Unidos a justificar su decisión asegurando que ni siquiera los demócratas confiaban en Comey, pese a que han criticado su despido.
El presidente de Estados Unidos argumenta que Comey -que reabrió en plena campaña presidencial el caso de los correos privados de Hillary Clinton- no es capaz de liderar la agencia. Los demócratas, sin embargo, creen que detrás de esta destitución esta la investigación en curso del FBI de los vínculos entre la campaña de Donald Trump y Rusia.
El presidente de EE.UU. , Donald Trump, ha despedido al director del FBI, James Comey, según ha informado este martes su portavoz, Sean Spicer, en un comunicado. Comey fue muy criticado por los demócratas por reabrir el caso de los correos de Clinton y estaba investigando los posibles contactos entre el Gobierno ruso y la campaña de Trump. "El FBI es una de nuestras instituciones más estimadas y respetadas de nuestra nación y hoy marca un nuevo comienzo para nuestra joya de la corona de las fuerzas del orden", ha afirmado Trump en la nota oficial.
Spicer ha indicado que Trump "actuó basándose en las recomendaciones claras del vicefiscal general, Rod Rosenstein, y el fiscal general, Jeff Sessions", y ha señalado que "la búsqueda de un nuevo director del FBI empezará inmediatamente". El propio presidente ha enviado una carta a Comey, difundida por varios medios estadounidenses, en la que le informa sobre su despido "con efecto inmediato".
"Aunque aprecio enormemente que usted me informara, en tres ocasiones distintas, de que no estoy bajo investigación, aún así estoy de acuerdo con la conclusión del Departamento de Justicia de que usted no es capaz de liderar eficazmente el Buró", dice Trump en la misiva, en una aparente referencia a la pesquisa del FBI sobre los lazos entre Rusia y la campaña electoral del actual mandatario. "Es esencial que encontremos un nuevo líder para el FBI que restaure la confianza del público en su vital misión de aplicación de la ley", agrega Trump en la misiva.
El presidente de EE.UU. , Donald Trump, ha despedido al director del FBI, James Comey, según ha informado este martes su portavoz, Sean Spicer, en un comunicado. Comey fue muy criticado por los demócratas en su momento por reabrir el caso de los correos de Clinton y recientemente había insistido frente al Congreso en el supuesto envío de información clasificada por parte del equipo de Clinton.
"Esto (las mentiras) era un problema, no solo porque los rusos sabían esto y tenían información sobre eso, sino porque pensábamos que podía ser utilizado por los rusos para hacer chantaje", ha dicho Yates, que supuestamente tuvo acceso a una transcripción de las conversaciones de Flynn. Y ha agregado que tuvo dos encuentros en persona y una llamada telefónica con el asesor jurídico de la Casa Blanca, Donald McGahn, para alertarle de las conversaciones de Flynn.
En lo que fue la primera crisis política del nuevo Gobierno, Flynn dimitió en febrero pasado por haber mentido a Pence y a otros altos cargos del Gobierno sobre las conversaciones que mantuvo el 29 de diciembre, antes de que Donald Trump tomara posesión de la presidencia, con el embajador ruso, Serguéi Kislyak.
Acabar con la reforma sanitaria de Barack Obama, principal pieza de su legado en política doméstica, era una prioridad para Donald Trump. Este jueves dio un paso importante para conseguirlo, pero falta la negociación en el Senado, que será compleja y podría cambiar muchos aspectos del proyecto.