Se hacen llamar 'convoy por la libertad'. Son cientos de camioneros que están recorriendo Canadá para protestar contra el Gobierno de Justin Trudeau y el mandato que les obliga a tener la pauta completa de vacunación contra la COVID-19 para poder cruzar la frontera con Estados Unidos. La caravana ya ha pasado por Toronto y Ontario y se dirige a Ottawa, donde tienen pensado celebrar una concentración a las puertas del Parlamento. Están siendo apoyados por algunos grupos, que los reciben desde los puentes y arcenes, y que han recaudado ya 6,8 millones de dólares canadienses para financiar el movimiento. Canadá y Estados Unidos anunciaron hace unas semanas que los camioneros que cruzan de forma habitual la frontera entre los dos países para transportar mercancías tendrían que estar vacunados. Hasta ahora, los camioneros estaban exentos del requisito de la cuarentena al llegar a uno de los dos países. Aunque el convoy ha transitado de forma pacífica por numerosas localidades del país, las autoridades temen que los simpatizantes más radicales, opuestos a la vacunación en general y las medidas contra la pandemia, se unan al grupo en Ottawa.
En Estados Unidos, un juez progresista del Tribunal Supremo ha decidido retirarse con 83 años, a pesar de que su cargo es vitalicio. Esta decisión abre la puerta a que Joe Biden elija un nuevo magistrado. La Casa Blanca ya ha dicho que será mujer y será negra. El Supremo decide en asuntos tan importantes como el aborto, las armas o la obligatoriedad de la vacuna.
Un actor que podría jugar un papel clave en el conflicto entre Rusia y Ucrania es el gigante chino. Estados Unidos pidió anoche que el país asiático interceda para rebajar la tensión aprovechando su relación cercana con Rusia. China advirtió a Washington que debía respetar las preocupaciones de Moscú, por lo que entra en el tablero político. El ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, ha criticado la expansión militar de la OTAN y ha dicho en un comunicado que “la seguridad de un país no puede ser a expensas de la de otros”. Ha pedido calma y contención y ha resaltado que en el siglo XXI ambas partes deben abandonar la "mentalidad de la guerra fría" y crear un mecanismo europeo de seguridad, equilibrado y sostenible, a través de negociaciones.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha asegurado a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, que los estadounidenses y sus aliados responderían "de forma decisiva" ante una invasión rusa.
Biden ha transmitido también a Zelenski que hay una "clara posibilidad", aunque no seguridad, de que Rusia invada Ucrania en febrero, y ha abierto la puerta a eviar más ayuda económica.
Nueva York se está volviendo una ciudad cada vez más violenta. El año pasado hubo casi 500 asesinatos, prácticamente el doble que el anterior su alcalde ha decidido tomar medidas ante lo que ha calificado como crisis de salud pública.
Estados Unidos ha rechazado formalmente las exigencias de Rusia, que incluían el que Ucrania no entrara en la OTAN. La Casa Blanca ha reivindicado el derecho de los países a elegir sus propios acuerdos de alianzas, por lo que Rusia dice estar decepcionada con esta decisión. Pero ahora, después de hablar constantemente sobre Estados Unidos y Rusia, nos detenemos en Ucrania, la verdadera protagonista.
Para los ucranianos, la realidad es que no están más preocupados que hace unos meses porque, dicen, este solo es un episodio más de los 8 años de guerra que llevan con Rusia. Por eso, la posición del ejecutivo es "no añadir más leña al fuego" y mantener la calma, aunque, si finalmente hubiese un conflicto, la capacidad de Ucrania, sin apoyos, sería insostenible. Rusia es la segunda potencia militar del mundo y tiene el cuádruple de soldados en activo, por lo que Kiev confía en que, si hay conflicto, Occidente les apoye.
En EEUU, en un hospital de Boston, se han negado a hacer un trasplante de corazón a un hombre que no quiere vacunarse contra el covid. Es David Ferguson, 31 años, padre de dos hijos, y muy grave a causa de una cardiopatía hereditaria.
Estados Unidos ha respondido este miércoles a las exigencias que Rusia le formuló la pasada semana durante la reunión de sus representantes de Exteriores en Ginebra. Washington ha rechazado la petición de Moscú de limitar la expansión de la OTAN a otros países europeos, tal y como ha señalado el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, en rueda de prensa.