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Control de seguridad en el aeropuerto de Alejandría. Seif Eldin Mustafa, cruza el escáner y es cacheado. Nadie detecta nada extraño, tampoco en sus pertenencias. Sin embargo, 20 minutos después del despegue de este Airbus de EgyptAir, con 56 pasajeros a bordo, Mustafa obliga al comandante a desviar el avión. En vez de ir a El Cairo, la aeronave aterriza en el aeropuerto de Larnaca, Chipre. "No tiene que ver con un acto terrorista", afirma el presidente chipriota, Se dice que el secuestrador ha pedido la liberación de varias mujeres encarceladas en Egipto; después se asegura que su ex mujer vive en Chipre y quiere entregarle una carta. "En un momento ha pedido reunirse con un representante de la Unión Europea. Después ha exigido ir a otro aeropuerto" ha explicado el primer ministro egipcio. Los últimos secuestrados han sido liberados sanos y salvos y un miembro de la tripulación escapa por la ventanilla del copiloto. Poco después, Mustafá, al que ya califican como un perturbado, decide entregarse a las autoridades, que siguen sin saber qué motivó el secuestro, que ha durado cinco horas y que ha abierto de nuevo la polémica sobre la seguridad en los aeropuertos egipcios.

Una semana después de los atentados, al rompecabezas policial le siguen faltando dos piezas clave: La primera: el hombre del sombrero: el que acompañaba a los dos suicidas del aeropuerto. La policía sigue preguntándose quién es. Y la segunda pieza sin encajar, en el ataque al metro: ¿Hubo o no hubo un segundo terrorista? Lo que sí se sabe es que los suicidas del aeropuerto son Najim Laachraoui e Ibrahim Bakraoui hermano del suicida del metro, Jaled y que los tres, por los rastros de ADN, por los pisos alquilados, por los viajes en coche, están relacionados con los atentados de noviembre en París y con su principal sospechoso: Salah Abdeslam.

Un ciudadano egipcio ha secuestrado un avión de EgyptAir que recorría la ruta entre Alejandría y El Cairoy ha obligado al piloto a aterrizar en el aeropuerto de Larnaca, en Chipre, bajo la amenaza de hacer estallar un cinturón explosivo. Tras cinco horas de espera y tensión en Larnaca, el secuestrador ha liberado a todos los rehenes y se ha entregado a las autoridades. Nadie ha resultado herido.

Un avión egipcio ha aterrizado en Chipre tras haber sido desviado de su ruta entre Alejandría y El Cairo por un secuestrador, según ha confirmado la compañía, Egyptair.

El Airbus A320, con 81 pasajeros a bordodespegó de Alejandría con destino al Cairo antes de las 8:30 de la mañana. Poco después, el piloto pidió permiso especial para aterrizar en el aeropuerto chipriota de Larnaca, donde tomó tierra sobre las 8:50.

La compañía ha asegurado que uno de los pasajeros amenazó al piloto con hacer detonar un cinturón explosivo. De momento, su única demanda ha sido que la Policía se retire, según varios medios.

Los accesos al Capitolio de Estados Unidos, sede del Legislativo, y de la Casa Blanca, sede de la Presidencia, han sido bloqueados este lunes por un tiroteo en sus inmediacionesque se ha saldado con un detenido y una mujer herida. Los disparos se han producido contra un hombre que entró armado al centro de visitantes del Capitolio. Los agentes de seguridad han herido tanto al sospechoso como a una mujer que se encontraba al lado.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha asegurado este lunes que el FBI ha conseguido acceder al teléfono iPhone utilizado por el autor del tiroteo en la localidad californiana de San Bernardino, en el que murieron 14 personas. Los agentes federales han desbloqueado el aparato sin la ayuda de Apple,  que hasta ahora se había negado a colaborar con las autoridades, con lo que se pone fin al conflicto entre la compañía y el Gobierno de EE.UU.

El anuncio pone fin a un duro pulso entre el Gobierno y Apple que arrancó cuando una magistrada federal ordenó a mediados de febrero a la empresa a ayudar al FBI a acceder a los datos del móvil de Syed Farook, que murió tras el tiroteo del pasado diciembre por disparos de la policía. Sin embargo, Apple se negó a atender a las peticiones del Ejecutivo tras aducir que al hacerlo pondría en peligro la seguridad de todos sus teléfonos y comenzó la batalla legal.