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El delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ha revelado que el pasado viernes, horas antes del rescate de Julen, no había "total certeza" de la ubicación del menor dentro del pozo al que cayó el día 13, aunque sí se conocía, por las declaraciones del pocero y del dueño de la finca, que habían arrojado tierra a su interior.

Los ocho integrantes de la Brigada de Salvamento que participaron en el rescate del pequeño Julen, el niño de dos años encontrado sin vida en un pozo de Totalán (Málaga), no se consideran "superhombres" si no que cumplieron con su trabajo "de la mejor manera posible". Así lo ha contado este domingo en una comparecencia, el ingeniero jefe de la Brigada de Salvamento Minero, Sergio Tuñón, tras explicar que se encuentran "desbordados, cansados y con ganas de volver a la rutina".

El caso de Julen ha despertado la atención de los medios de comunicación y, desde el Consejo Audiovisual de Andalucía se les ha pedido que huyan del amarillismo, que acudan a fuentes fiables y que eviten difundir bulos, rumores y especulaciones.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ha explicado este sábado en rueda de prensa que la posición del cuerpo de Julen, hallado por los equipos de rescate en la madrugada del viernes al sábado, ha permitido determinar que el pequeño se precipitó "en caída libre" hasta 71 metros de profundidad. Según ha señalado Rodríguez, el menor, atrapado en un pozo de Totalán (Málaga) desde hace trece días, estaba cubierto por un tapón de tierra. Aunque hay diversas teorías de cómo podría haberse originado, la hipótesis más probable es que se debiera a un desprendimiento de tierra durante la caída.

Dos de los especialistas de la Guardia Civil que han participado en el rescate del pequeño Julen relatan sus reacciones tras encontrar sin vida al niño. "Nos vinimos todos ha abajo, ha relatado uno de los agentes. Además, afirman que "han sido momentos muy duro" y que "quedarán grabados en la memoria". El equipo de rescate ha trabajado incansablemente durante trece días en el pozo de Totalán (Málaga) dónde estaba atrapado el niño.