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La sentencia de un tribunal egipcio que el lunes condenó a penas de siete y diez años de cárcel a varios periodistas, tanto nacionales como extranjeros, ha provocado una protesta internacional.

Estados Unidos, uno de los principales donantes económicos de Egipto, instó a su presidente, Abdelfatah al Sisi, a que proteja la libertad de expresión e indulte a los tres periodistas de Al Yazira que permanecen en prisión: el australiano Peter Greste, el canadiense de origen egipcio Mohamed Fahmy y el egipcio Baher Mohamed. Otras quince personas, trabajadores de la cadena catarí y de otros medios, fueron juzgadas en ausencia.

Los padres del australiano Peter Greste, residentes en Brisbane, siguieron el veredicto por televisión y posteriormente dijeron estar devastados. El Gobierno australiano, el canadiense y la propia ONU han protestado también por la sentencia. 

En Reino Unido se ha generado un gran debate por unas palabras que el príncipe Carlos supuestamente pronunció durante su viaje a Canadá en una conversación privada con una refugiada polaca. Ella hablaba de la ocupación de varios países por los nazis y, según cuenta, el heredero al trono británico respondió: "Algo parecido a lo que hace Putin". Los políticos se cuestionan si puede opinar o no sobre cuestiones políticas.

Las organizaciones de periodistas denuncian que la transparencia informativa ha descendido en casi todos los países, incluidos Estados Unidos o Europa, que siguen siendo las zonas del mundo con mayor libertad para el trabajo periodístico. Muchos periodistas corren el riesgo de ser encarcelados, torturados o secuestrados. 

El secretario general de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Lamberto Zannier, ha pedido este lunes a las autoridades ucranianas que "hagan sus deberes" y aseguren que hay un diálogo entre todas las partes antes de las elecciones presidenciales, previstas para el 25 de mayo.