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El líder norcoreano, Kim Jong-un, ha cruzado este martes en tren la frontera con China rumbo a Pekín para participar en un importante desfile militar, según ha informado el medio propagandístico Voice of Korea, en un evento que contará con la presencia de sus homólogos de China y Rusia.

La confirmación del cruce fronterizo en su tren blindado, realizado por la mañana, se suma al anuncio de su partida, el lunes, desde Pionyang a Pekín por parte de la agencia estatal KCNA.

FOTO: KCNA/AP

En un acto inédito, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha rendido homenaje a los soldados norcoreanos muertos en Ucrania, desplegados tras el pacto de defensa mutua firmado con Rusia en 2024. En una emotiva ceremonia, el mandatario ha abrazado a heridos y familiares de los caídos, cuyas fotos decoraban un muro conmemorativo.

Según estimaciones, unos 15.000 norcoreanos han combatido en Ucrania, y 600 de ellos han muerto. Se espera que Piongyang envíe hasta 30.000 soldados más en los próximos meses para reforzar las líneas rusas.

Foto: AGENCIA CENTRAL DE NOTICIAS DE COREA (KCNA)

Los soldados surcoreanos han comenzado a desmontar los altavoces utilizados durante décadas para emitir propaganda hacia Corea del Norte desde la frontera. Aunque pueda parecer un gesto simbólico, la medida trata de poner fin a uno de los principales instrumentos de guerra psicológica empleada por Seúl, en una península que sigue técnicamente en guerra desde 1953.

Corea del Sur ha asegurado que no quedará ni un altavoz a finales de esta semana. La "guerra de los altavoces" ha sido una constante en la zona desmilitarizada, con mensajes que buscaban la deserción enemiga. En los últimos años, Corea del Norte respondió con globos cargados de basura, elevando el conflicto al terreno de la provocación grotesca. A pesar de encuentros entre líderes y mediaciones internacionales, la guerra, aunque en una tregua técnica, continúa de fondo.

El astillero de Cheongjin, al noroeste de Corea del Norte, ha sido el escenario de un nuevo "grave" incidente de un buque de guerra, como ha confirmado los servicios de inteligencia de Corea del Sur y de Estados Unidos.

Ha ocurrido en la ceremonia de su inauguración con la presencia del líder norcoreano, Kim Jong-un, y su hija, Kim Ju-ae. Un fallo en la plataforma de lanzamiento lateral ha provocado daños estructurales en el nuevo destructor. Kim lo ha calificado como "acto criminal que no puede ser tolerado" y lo ha atribuido a "pura negligencia, irresponsabilidad y empirismo anticientífico".

Kim ha responsabilizado a organismos como el Departamento de Industria de Municiones y ha dicho que los responsables deberán rendir cuentas en la próxima reunión del Comité Central del Partido.

Yang Uk, experto en armas militares de Corea del Sur, explica que supone "que este incidente ha ocurrido porque Corea del Norte carece de experiencia en el lanzamiento de grandes buques de esta escala al utilizar métodos de lanzamiento lateral".

No es la primera vez que esto ocurre. Hace tan solo un mes también falló otro buque de guerra, Choe Hyon, con las mismas características que el presentado. Su peso es de 5.000 toneladas y capacidad para lanzar misiles de largo alcance. Lo que llama la atención es que Corea del Norte haya reconocido este fallo en el arsenal militar norcoreano.

El líder norcoreano, Kim Jong-un, ha visitado la universidad política y militar en Piongyang. El centro, que recibe el nombre del ex presidente Kim Il-sung, abuelo de Kim Jong-un, fue la primera universidad de Corea del Norte y hoy han celebrado los 80 años de su apertura.

El presidente norcoreano ha dado un discurso en el que ha defendido que "las armas sin ideología son simplemente utensilios de hierro" y ha elogiado la lealtad y el heroísmo de las tropas. Sus palabras llegan en un contexto sensible, debido a las numerosas pérdidas de soldados norcoreanos en Ucrania.

El pasado mes de diciembre entró en vigor el tratado militar firmado entre Rusia y Corea del Norte. El acuerdo bilateral contempla, entre otras medidas, que ambos países se suministren asistencia militar y armamento.

Durante una ceremonia inaugural en Pionyang, el líder norcoreano Kim Jong-un ha provocado varias explosiones para celebrar la fase final de una iniciativa para construir miles de nuevos apartamentos. En imágenes publicadas por los medios estatales el lunes, el mandatario norcoreano habló ante una gran multitud de trabajadores de la construcción. El evento del domingo se enmarca en una campaña de cinco años para construir 50.000 apartamentos en la capital y ha coincidido con el aniversario del cumpleaños del fallecido Kim Jong-il, el anterior líder de Corea del Norte y padre de Kim Jong-un.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, presumen de buena sintonía, pero es difícil saber hasta dónde llega realmente la colaboración. Según una investigación del centro Open Source, Moscú está suministrando petróleo a Pionyang a cambio de apoyo militar, lo que significaría que Rusia está violando las sanciones impuestas por la ONU al régimen norcoreano. No es la primera vez que Putin ayuda a sus aliados a esquivar las sanciones. Rusia lo ha conseguido también para sí misma a raíz de la invasión de Ucrania. El grupo de los países sancionados está ahora más unido. Así, Rusia también se ha acercado a Irán para conseguir armas para usar en Ucrania. También China es un apoyo fundamental, pero desde una posición teóricamente más moderada.

Foto: Vladímir Putin y Kim Jong-Un (Kristina Kormilitsyna, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP)

El líder norcoreano, Kim Jong-un, se ha dirigido a comandantes de batallón e instructores políticos celebrada en Pyongyang. El discurso lo pronunció el 15 de noviembre, aunque ha sido tres días después cuando la televisión estatal KRT las ha difundido.

"Permítanme enfatizar una vez más que la tarea más importante y vital para nuestras Fuerzas Armadas es la guerra, la preparación para encarar la guerra", ha afirmado Kim. Además, ha explicado que Corea del Norte seguirá "fortaleciendo el poder de autodefensa del país centrado en las armas nucleares".

Washington, Seúl y Kiev han confirmado que más de 10.000 soldados norcoreanos están en Rusia para apoyar su guerra contra Ucrania, y algunos de ellos han participado en combates en Kursk, cerca de la frontera con Ucrania.

La administración del presidente estadounidense, Joe Biden, ha permitido a Ucrania utilizar armas de largo alcance en Estados Unidos, según Reuters, lo que marca un importante cambio de política y una respuesta al despliegue ruso de tropas terrestres norcoreanas.

"Debemos considerar la guerra contra Rusia, que están librando Estados Unidos y Occidente al enviar a Ucrania como avanzadilla, como una guerra para aumentar su experiencia práctica y ampliar el alcance de su intervencionismo militar al mundo entero", afirmó Kim.

"Mientras los mercaderes de la guerra de Estados Unidos continúan brindando apoyo militar a Ucrania e Israel, más países se ven atrapados en la guerra y la situación de seguridad internacional se torna más peligrosa, lo que aumenta la ansiedad con respecto a que pueda estallar una tercera guerra mundial", ha añadido Kim a la agencia estatal de noticias KCNA.

¿Qué papel está jugando Corea del Norte en la guerra de Ucrania? ¿Se están preparando soldados norcoreanos para combatir en territorio ucraniano? ¿Qué consecuencias puede tener la entrada de este aliado de Rusia en el conflicto? Lo analizamos con Oleksandr Slyvchuk, analista ucraniano del Transatlantic Dialogue Center. Además, hablamos del apoyo sin fisuras que Rusia recibe de países como Irán y China, frente a las dudas que se aprecian en los aliados de Ucrania: Estados Unidos y la Unión Europea, y de la situación en el campo de batalla, donde el ejército ruso sigue avanzando en el frente de Donestsk, mientras la situación permanece estable en la región rusa de Kursk, tras la incursión ucraniana del pasado mes de agosto.

La estrecha alianza de Rusia con Corea del Norte exhibida esta semana con el viaje de Vladímir Putin a Pionyang, inquieta a Occidente en plena guerra en Ucrania. Según el catedrático de Relaciones Internacionales de la universidad King's College London, Ramón Pacheco, el presidente ruso puede buscar el desvío de la atención del conflicto en Ucrania con este acercamiento. Corea del Norte es, además, el principal proveedor balístico de Moscú.

FOTO: AP VÍA KREMLIN / GABRIIL GRIGOROV

La visita del presidente ruso, Vladímir Putin, a su homólogo norcoreano, Kim Jong-un, muestra la gran sintonía que ambos mandatarios poseen, así como las sólidas relaciones de sus países. Con regalos de lujo y cena de élite, ambos brindaron por su unión diplomática. Dos países aislados internacionalmente por Occidente buscan alianzas complejas, con movimientos políticos que buscan que Putin saque pecho y obtenga los apoyos militares necesarios para sustentar el conflicto en Ucrania.

Hasta 24 años han pasado desde la última visita del presidente ruso, Vladímir Putin, a Corea del Norte. Su llegada ha supuesto un fastuoso despliegue para dar la bienvenida al "mejor amigo" del líder norcoreano Kim Jong-un. Una visita histórica que queda sellada con una alianza entre dos países considerados "rivales" de Occidente. El acuerdo de asociación estratégica incluye la intervención de las dos potencias nucleares en caso de que sean atacadas, lo que refuerza la cooperación tanto política como militar entre ambos países.

El presidente ruso, Vladímir Putin, visita Corea del Norte por primera vez desde que asumió la presidencia en el año 2000 para estrechar los lazos de cooperación con ambos países y firmar un acuerdo de seguridad integral. Según ha señalado el mandatario, dicho acuerdo "no va contra nadie", algo que tanto Estados Unidos como sus aliados ponen en duda después de que el régimen de Kim Jong-un haya enviado contenedores con armamento a Moscú a cambio de obtener tecnología rusa para sus satélites espía.

Corea del Norte ha enviado este domingo centenares de globos llenos de basura a Corea del Sur. Estos globos, que vuelan cruzando la frontera, transportan bolsas de basura conteniendo papeles, plásticos, colillas y excrementos, que los soldados surcoreanos recogen y analizan una vez que caen a tierra. Desde que comenzó esta campaña el pasado martes, el régimen norcoreano ha lanzado unos 900 globos basura. Un método de provocación que ha condenado el gobierno surcoreano. Los globos han llegado incluso a Seúl y las autoridades han pedido a la población que no toque los residuos. El régimen de Pyongyang dice que el envío de estos globos es la respuesta a los que se envían desde el sur con propaganda contra el líder norcoreano.

FOTO: YNA/dpa