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Al menos cinco personas han muerto este jueves en el sur de Alemania a causa de las inundaciones derivadas del fuerte temporal que azotó esta región el miércoles, ha informado la policía. Otras tres personas permanecen desaparecidas.

Los fallecidos son una abuela, una madre y una hija que murieron ahogadas en su domicilio en Simbach, en el estado de Baviera; así como un hombre de 75 años de esta misma localidad y una mujer de 80 años de la vecina Julbach, cuyo cuerpo fue recuperado de un río.

Por otro lado, Francia ha declarado la alerta en siete departamentos franceses ante la persistencia de las lluvias, en especial en la región parisina, donde más de 3.000 personas han sido evacuadas en localidades como Nemours. El secretario general de defensa y seguridad de París, Marc Meunier, ha indicado este jueves en el diario "Le Parisien" que el nivel del Sena ha aumentado tres metros desde el lunes y se espera que crezca otro en las próximas 48 horas.

Al menos tres personas murieron y varias resultaron heridas en las inundaciones causadas por el fuerte temporal que ha azotado el sur de Alemania en las últimas horas, ha confirmado este lunes el gabinete de crisis del Ministerio del Interior del estado federado de Baden-Württemberg.

Entre las víctimas mortales se encuentra un bombero que murió en el intento de salvar a otra persona, indicaron la autoridades locales de la ciudad de Schwäbisch Gmünd. También la persona que debía ser rescatada perdió la vida, precisaron, mientras que un hombre de 60 años murió en un garaje subterráneo anegado en la localidad de Weißbach.

Sólo en Baden-Württemberg alrededor de 7.000 voluntarios de los equipos de rescate realizaron más de 2.200 salidas entre el domingo por la tarde y el lunes por la mañana. Defensa Civil, Cruz Roja, la Asociación de Salvamento Alemana, los bomberos y la policía trabajan las 24 horas del día, indicó esta mañana un portavoz del gabinete de crisis del Ministerio del Interior regional en la ciudad de Stuttgart.

Son las consecuencias de las intensas lluvias que han caído en Galicia en las últimas horas...especialmente en la provincia de A Coruña. En Sada, se ha desbordado el río y se han producido graves inundaciones. A remo en una piragua... o en lanchas neumáticas de bomberos y guardia civil. Así han escapado de sus casas unos veinte vecinos de tres calles de Sada en las que el agua ha ido ganando altura desde la pleamar de la mañana. Atrapados por el agua de los bajos, los vecinos de los pisos superiores esperan a que vengan a evacuarlos. El ayuntamiento les ha ofrecido albergues y hoteles para pasar la noche. Parecida situación encontramos en Carballo, también en la provincia da Coruña. El río Anllóns ha inundado el 90% de los bajos y garajes del centro del pueblo. Y sigue lloviendo. Han caído casi 80 litros por metro cuadrado en 12 horas. Temen que con la pleamar, a las nueve de la noche, la situación empeore.

El primer temporal de nieve y frío del invierno ha llegado y con fuerza. Las intensas nevadas están dificultando el tráfico en algunas carreteras nacionales y de la red secundaria del norte del país. Uno de los tramos más complicados es la A-67, la autovía Palencia-Santander, donde la nieve ha obligado a parar durante horas la circulación. En la Autovía A-6 entre Becerreá y Pedrafita, en Lugo. Complicado circular durante toda la mañana. Tráfico lento, retenciones y camiones atrapados. Además de las inundaciones en Lerma, la crecida ha llegado aguas abajo, a las localidades de Tordómar y Quintana del Puente en toda la zona se ha superado el nivel de alerta. Se investiga si el viento pudo estar detrás de la muerte este domingo de un niño de 3 años en la localidad de Aroche, Huelva. Un trozo de viga que se había desprendido golpeó la cabeza del niño que falleció en el hospital. El Ayuntamiento ha decretado tres días de luto oficial.

Lluvias intensas y continuas durante varios días que hoy han desbordado numerosos ríos en toda Galicia. En Neda, en la comarca de Ferrol, casas anegadas. Emergencias han tenido que auxiliar a varios vecinos. En la zona de Santiago, los ríos Tambre y Sar se han salido de su cauce, y en el interior de Pontevedra, varias viviendas se han quedado aisladas. Hasta el mediodía el temporal ha dejado más de sesenta litros por metro cuadrado en varias zonas de Galicia y rachas de viento que han superado los 140 kilómetros por hora. Esta tarde se espera que remitan las lluvias, pero mañana entra un nuevo frente con más precipitaciones.

Las fuertes lluvias que han azotado el norte de Inglaterra en los últimos días han remitido este martes, lo que da un respiro a los habitantes de las comarcas afectadas por las peores inundaciones en años. Con la relativa calma llegan también las críticas por la falta de previsión de las autoridades y por las insuficientes inversiones públicas en infraestructuras.

El temporal, bautizado oficialmente como "Tormenta Frank", ha afectado especialmente a los condados de Yorkshire, Lancashire, y Greater Manchester.

El lunes, la crecida del río Ouse desbordó la barrera contra inundaciones de la ciudad de York y anegó su centro histórico. Unas 500 propiedades se han visto afectadas.

En Greather Manchester, más de 1.100 viviendas siguen sin electricidad en localidades como Rochdale y Bury.

Otro de los puntos más azotados por la lluvia fue el centro de la ciudad de Leeds, con la crecida del río Aire hasta niveles récord, donde un millar de hogares quedaron bajo las aguas en los últimos días y más de 400 negocios resultaron afectados.

El primer ministro, David Cameron, visitó York el lunes y fue recibido por algunos vecinos con gritos de "no más recortes a los servicios públicos", informa Efe. "Estudiaremos qué ha ocurrido aquí y veremos qué es necesario hacer", declaró Cameron.

Los fenómenos climáticos extremos afectan, según la ONU, a más de 26 millones de personas que cada año se ven obligadas a abandonar sus casas. Por eso, en la cumbre de París, distintas organizaciones piden que se cree una figura legal la del "refugiado del clima". Los cambios de temperatura, las olas de calor, las inundaciones o las sequías van a hacer que los niños tengan más riesgo de desnutrición, de paludismo, de dengue. Más de 500 millones de niños viven en lugares donde las inundaciones son cada vez más habituales y otros 160 millones se exponen a sequías extremas.

Según la Organización Meteorológica Mundial. La concentración de CO2 superó las 400 partes por millón: una línea roja simbólica que hemos vuelto a cruzar en primavera con nuestros coches y fábricas. El cambio climático ya es irreversible, coinciden los expertos, y la cumbre del día 30 en París el único camino, dice la ONU, para paliar sus efectos: sequías, inundaciones, hambre y hasta 100 millones más de pobres en 2030, calcula el Banco Mundial. Acudirán más países que nunca, 195, la mayoría con compromisos concretos, como un Fondo Verde de 100.000 millones de dólares anuales, pero todavía insuficiente, alertan la ONU y las ONGs implicadas.