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Donald Trump ha firmado aranceles del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio "sin excepciones". España exporta a Estados Unidos unas 20.000 toneladas de aluminio al año, que se traducen en 130 millones de euros. Gonzalo de Olabarria, secretario general de la Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA), explica en 'Las Mañanas de RNE' que ahora se abre un proceso de negociación incierto. "Esta cantidad no es significativamente enorme en volumen, pero sí son productos de alta gama y es difícil vender en un mercado tan exigente", por lo que asegura que "hay empresas y trabajadores que están muy preocupados". Olabarria considera que es difícil estimar en cuánto pueden perjudicar los aranceles, ya que "las cadenas industriales que dependen del aluminio son infinitas", pero recuerda que "cuando algo aumenta sus costes, aumentan para todos".

La guerra comercial está servida y, según los expertos, ningún país está exento de librarse. "Vivimos en un mundo totalmente globalizado y el que puedas poner aranceles a una región o a otra va a tener implicaciones en el resto", explica a TVE Joaquín Robles, Banco de Inversión Global.

Una de las primeras consecuencias se notará en los precios. Estos van a subir a nivel global justo cuando los bancos centrales han bajado los tipos de interés en numerosas ocasiones para controlarla. "Este tipo de medidas podría provocar nuevos repuntes modificando la estrategia de los bancos centrales y, sobre todo, volver a penalizar las cadenas de suministro", señala Robles.

Una de las claves de la llamada "Industria 4.0" es la mecanización. Pero no se trata de sustituir a humanos por máquinas, ambas fuerzas de trabajo van a convivir. Los robots autónomos se mezclan cada vez más con personal en cadenas de montaje, en almacenes y en otros muchos escenarios. Robots más pequeños, más ágiles, dotados de inteligencia artificial para ser más eficaces. Hoy charlamos con Inés Alcántara de la compañía Locus Robotics sobre cómo son esos nuevos robots que han venido para quedarse.

Stellantis y la china CATL van a construir la mayor planta de baterías de España en Figueruelas (Zaragoza). El principal productor de baterías del mundo y la automovilística —matriz de marcas como Peugeot, Citroën o Fiat— han anunciado la creación de una empresa conjunta para levantar esta gigafactoría. Con una inversión de hasta 4.100 millones de euros, se espera que genere unos 3.000 puestos de trabajo. El presidente aragonés, Jorge Azcón, asegura que tendrá un impacto económico sin precedentes. Además, es un momento muy complejo para la industria europea del automóvil, en plena reconversión al vehículo eléctrico. El Ejecutivo destaca que este acuerdo es un ejemplo del atractivo de España para los inversores extranjeros.