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Los recortes de impuestos establecidos por el Presidente Bush en 2001 y 2003 se harán permanentes para el 98% de los ciudadanos, los que ganan menos de 400.000 dólares al año para un individuo o 450.000 para una familia. Aunque ese techo es casi el doble de lo que quería el presidente Obama, la Ley es una indiscutible victoria de la Casa Blanca sobre el sector más conservador de los republicanos, el vinculado al Tea Party. Los impuestos de los más ricos pasan del 35% a un 39,6%, como estaban en tiempos del presidente Clinton.

El Senado ha aprobado un acuerdo logrado 'in extremis' para sortear el llamado 'precipicio fiscal', por el que -técnicamente- ha caído ya la economía del país, aunque el festivo del día 1 actúa de red para evitar el golpe inmediato. Para cerrar de forma definitiva ese abismo, la Cámara de Representantes debe ratificar el pacto entre demócratas y republicanos, un paso complicado, ya que los republicanos que se sientan en sus escaños son más hostiles y cuentan con mayoría.

El año nuevo empieza con subidas de precios en productos y servicios como la luz, los carburantes y los transportes. También a partir de hoy, hay deducciones fiscales que desaparecen, como la de la compra por vivienda, y entran en vigor nuevos impuestos.

El Senado estadounidense ha aprobado esta madrugada, en los últimos momentos del año 2012, un acuerdo alcanzado entre la Casa Blanca y los republicanos para poder frenar la caía en el llamado precipicio fiscal, la temida combinación de subidas de impuestos indiscriminadas y masivos recortes en el gasto público. Pese al pacto, ese abismo fiscal ha entrado en vigor, al menos técnicamente, al llegar el Año Nuevo, ya que para anularlo definitivamente la Cámara de Representantes debe dar luz verde al acuerdo.

El pulso entre demócratas y republicanos se está librando hasta el final.... Apenas a unas horas de la medianoche, Obama anuncia que no hay acuerdo, pero casi. Al menos, para que las familias de clase media respiren tranquilas y sepan que no van a pagar más impuestos.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha dicho que los republicanos y los demócratas ¿parece que han alcanzado un acuerdo¿ para evitar el denominado abismo fiscal, una serie de medidas que se pondrían en marcha automáticamente este 1 de enero.

A partir de este martes, 1 de enero, sube la luz, los billetes de tren, autobús, avión y peajes y baja el gas y el butano. También será más caro llenar el depósito del coche y enviar cartas por correo. Sube el IVA de la vivienda nueva y se elimina la deducción por la compra de una casa. Y quienes resulten agraciados con la lotería tendrán que abonar un 20% a Hacienda.

Los principales líderes del Senado de EE.UU. avanzan a trompicones hacia un acuerdo que evite una subida de impuestos este martes, en una jornada marcada por concesiones de unos y otros y la intervención directa de la Casa Blanca. Al acercarse la hora cero para una subida de impuestos y masivos recortes del gasto público, escenario conocido como precipicio fiscal, ambos partidos expresaron optimismo sobre un pacto bipartidista, si bien las negociaciones a puerta cerrada sufrieron altibajos y corren peligro de descarrilar.

Reunión extraordinaria de las cámaras en Estados Unidos este domingo para buscar una salida a lo que se ha dado en llamar abismo fiscal y a las graves consecuencias económicas que tendría. A poco más de un día para que se acabe el plazo, la posibilidad de un acuerdo sigue sin verse clara.

Comienza la cuenta atrás. Quedan sólo 5 días para que entre automáticamente en vigor una subida generalizada de impuestos y recortes del gastos público. La economía de Estados Unidos caería por un precipicio y, por contagio, también la del resto del mundo. Obama ha regresado de sus vacaciones navideñas para intentar un acuerdo in extremis con los republicanos. Democrátas y republicanos se tienen que poner de acuerdo en cómo van a reducir el enorme déficit público de Estados Unidos y ahí está el problema. Obama quiere aumentar los impuestos a los más ricos. De momento ha aceptado que sean las rentas superiores a 400 mil dólares. También está dispuesto a recortar el gasto público pero sin poner en peligro los programas sociales. Los republicanos, sin embargo no quieren oir hablar de subida de impuestos, sólo aceptan que paguen más los que ganen por encima de un millón de dólares al año. A cambio, le piden a Obama que reduzca el tamaño del estado y que recorte en gastos, sobre todo, en la reforma sanitaria que tanto rechazan