Maria José tiene 49 años. Pati, 30. La primera sufrió una violación por parte de su expareja en 2009. La segunda ha sufrido varias, con 14 y con 29. Ambas víctimas por parte de agresores que pertenecían a su entorno cercano. Ninguna ha denunciado, pero sí han necesitado y necesitan terapia para transformar lo ocurrido, la vergüenza, la culpa, y el shock, que a María José le llevó a cometer dos intentos de suicidio. Pati ha podido acudir a un Centro de Crisis 24 horas para la Atención a Mujeres Víctimas de Violencia Sexual, en Madrid. Sus consejos: cuenta lo ocurrido lo antes posible, no esperes, y pide ayuda. Pero, además, queda por delante conseguir que, algún día, ellos entiendan por qué lo han hecho y se identifiquen como agresores.
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