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En Haití ya son cerca de 900 los muertos por el huracán Matthew. La ayuda humanitaria comienza a llegar con dificultad ya que hay muchas zonas incomunicadas que han quedado completamente arrasadas. La falta de agua potable y las condiciones de higiene precarias aumentan el peligro de que se extiendan enfermedades como el cólera.

Florida y las Carolinas, del norte y del sur, han soportado el embate del "extremadamente peligroso" huracán Matthew. Su potencia ha disminuido, aunque no su peligrosidad, pero infraestructuras y servicios parecen haber resistido. Los aeropuertos retoman progresivamente su ritmo bajo la precaución del estado de alarma.

Al menos 842 muertos es el balance de víctimas que deja a su paso por Haití el huracán Matthew, según han informado este viernes a Reuters fuentes de protección civil y autoridades locales. La cifra crece con rapidez a medida que los efectivos de salvamento logran llegar a las zonas afectadas, la mayoría de difícil acceso tras la destrucción de infraestructuras.  Se han contabilizado decenas de muertos en al menos tres pueblos, entre ellos la localidad interior de Chantal, en la que han perecido 90 vecinos, según el vicealcalde. En la región de Grand'Anse han desaparecido 89 personas. Oxfam Intermón alerta que miles de personas han perdido sus viviendas y que sólo en los departamentos del Sur y Grand Anse hay 29.000 viviendas destruidas. Tras los últimos balances de víctimas y daños materiales, las ONG han expresado este viernes su temor a un agravamiento de la crisis humanitaria en Haití.

"A medida que bajen las aguas aparecerán más cuerpos", ha explicado a TVE desde Haití Maria José Agejo, enviada de Oxfam Intermón a la zona. "En Puerto Príncipe, la situación de insalubridad es total. Las aguas de la tormenta han arrastrado las aguas negras de los pozos", explica y advierte del riesgo de que se recrudezca la "epidemia de cólera, que ya era existente aquí".

El paso del huracán Matthew deja casi un millar de víctimas y las cifras pueden incrementarse. "A medida que bajen las aguas aparecerán más cuerpos", ha explicado a TVE desde Haití Maria José Agejo, enviada de Oxfam Intermón a la zona. "En Puerto Príncipe, la situación de insalubridad es total. Las aguas de la tormenta han arrastrado las aguas negras de los pozos", señala y advierte del riesgo de que se recrudezca la "epidemia de cólera, que ya era existente aquí".

La enviada apunta la dificultad de llegar a las zonas afectadas: "Hay sitios en los que no ha sido posible hacer una evaluación, ni por teléfono ni por carretera. En muchos lugares, ni siquiera se ha podido efectuar la distribución de ayuda". Agejo insiste en que, a pesar de la urgencia de las aydas inmediatas en forma de "kits de higiene o pastillas potabilizadoras", es vital entender que se trata de una catástrofe que requiere atención "a medio y largo plazo".

Son seguramente la fuerza destructiva más poderosa de la Tierra. Los llamados Tifones, en el sudeste asiático, Ciclones en el Índico y Huracanes en el Atlántico, se originan en torno a la línea del ecuador, donde las altas temperaturas evaporan el agua a gran velocidad generando grandes nubes y produciendo zonas de bajas y altas presiones que entran en un torbellino infernal "Se forman todos igual, sobre agua muy caliente, llena de energía el ciclón que va rotando cada vez más fuerte y cada vez tiene más energía y cada vez es más dañino".

Las tormentas tropicales se convierten en huracanes cuando los vientos alcanzan los 190 kilómetros por hora. La escala Saffir Simpson establece cinco categorías, la más dañina como el Matthew, con vientos superiores a 250 kilómetros hora. Además en este caso viene acompañado de otro huracán, el Nicole, aunque todavía es pronto para saber cómo se van a comportar.

La cifra de víctimas por el huracán Matthew se dispara en Haití a medida que los servicios de emergencias acceden a las zonas devastadas. Los vientos, la lluvia y el mar han barrido el extremo suroeste de una isla ya castigada por el terremoto de 2010, catástrofe de la que aún no se ha recuperado. Matthew ha destruido el ochenta por ciento de la ciudad de Jeremie. Han desaparecido infraestructuras vitales. Hay zonas de difícil acceso y faltan alimentos y medicinas. La organización Panamericana de Salud teme que aumenten los casos de cólera, que ya padecen en Haití desde el terremoto de hace seis años por la falta de agua potable. ONGs han expresado su temor a un agravamiento de la crisis humanitaria. Oxfan Intermón alerta que, de acuerdo con datos oficiales, miles de personas han perdido sus viviendas y que sólo en los departamentos del Sur y Grand Anse hay 29.000 viviendas destruidas.
 

El paso del huracán Matthew por la costa este de la región centro de Florida la pasada noche se cobró indirectamente la vida de una persona y causó cortes de luz, caída de árboles y desperfectos en algunas viviendas. Una mujer que sufrió un ataque cardiaco en Saint Lucie, a 180 kilómetros al norte de Miami, no pudo ser llevada a un hospital ni atendida por los servicios de emergencia debido a los efectos del ciclón y falleció, informaron las autoridades locales.

En torno a 26 millones de personas se exponen directamente al huracán. Tres estados, Florida, Georgia y Carolina del Sur, están en alerta. Aunque Matthew ha bajado a categoría 3 sigue siendo muy potente, precedido de lluvias y vientos de más de cien kilómetros por hora...que han dejado a más de 200 mil personas sin luz, se acerca peligrosamente a la costa este de Estados Unidos. Si Matthew, avisa el servicio meteorológico, podría ser el peor huracán que golpea Florida en más de un siglo.

Los fuertes vientos e intensas lluvias de Matthew, que azotó esta madrugada Cabo Cañaveral con rachas de 172 km/hora en su rumbo hacia el norte del estado, provocaron además que cerca de 475.000 usuarios perdieran el servicio eléctrico.

"Hay más de cien mil personas afectadas", explica desde Haití Gregory Bulit, portavoz de UNICEF en el país. Sin embargo, apunta Bulit, "el principal problema son las comunicaciones, solo podemos llegar a un dos o cinco por ciento de zonas afectadas". La prioridad absoluta es el agua potable, "porque no hay agua", explica, y restablecer los saneamientos. "Los sistemas de distribución de agua fueron completamente destruidos. La población está bebiendo agua de pozos no protegidos". Esto provoca un repunte de la epidemia de cólera, explica, aún activa en Haití. El suministro de energía y las comunicaciones han sufrido daños en extensas áreas. Según el responsable de la ONG, el servicio de electricidad haitiano está trabajando para restablecer el suministro: "En el sur, según los primeros informes, no hay electricidad en las dos grandes ciudades". En la localidad de Les Cayes en el suroeste, han resultado afectadas el 70% de las viviendas y las familias han sido desplazadas. "Está destruida", afirma Bulit. El 100% de los cultivos agrícolas han sido afectados.