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  • Se aplicarían de forma automática si no se logran los objetivos presupuestarios
  • Atenas advierte: la legislación griega impide aprobar leyes de contingencia
  • Además, Grecia y los acreedores deben cerrar la reforma de las pensiones
  • El Eurogrupo podría reunirse de nuevo el próximo jueves para cerrar el acuerdo
  • Solo entonces se podría iniciar "un debate serio" sobre la deuda helena

Un colchón para toda la familia vale una sonrisa en el campo de Katsikas. Un pedregal en el norte de Grecia donde se hacinan más de mil refugiados, la mayoría, sirios, afganos e iraquíes, sin agua caliente, una comida al día y la única ayuda de 25 voluntarios internacionales. Condiciones de miseria que comparten la mayoría de los 31 centros de acogida en territorio continental griego, según denuncia un informe de Amnistía Internacional.

“Nos sentimos como si estuviéramos en la cárcel. Nos tratan como criminales. No tenemos ninguna información sobre lo que está pasando y lo que van a hacer con nosotros. Aquí todo el mundo está muy preocupado". Entrevista a Omer, refugiado paquistaní en el centro de detención de la isla griega de Samos. Nota: Vídeo de Médicos Sin Fronteras.

Chris y Iokasti son dos voluntarios que tienen que hacer frente a una nueva situación. Desde la entrada en vigor del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía los centros de acogida se han convertido en centros de detención de los refugiados y no quieren participar de esa política. Nota: Vídeo de Médicos Sin Fronteras.

La policía de Macedonia ha vuelto a lanzar gases lacrimógenos contra un grupo de migrantes que protestaban en la valla fronteriza del campo de Idomeni. Muchos de ellos llevan más de 50 días atrapados en este campamento de refugiados.

Los enfrentamientos han estallado cuando medio centenar de migrantes se han acercado a la valla de púascerrada a cal y canto desde hace mes y medio, y han intentado echarla abajo, según informa la agencia Reuters. La policía griega antidisturbios han intervenido rápidamente y han dispersado a la multitud.

Cerca de 300 refugiados, entre ellos mujeres y niños resultaron heridos el pasado domingo cuando las fuerzas de seguridad macedonias dispararon gases lacrimógenos, balas de goma y granadas de aturdimiento para alejarles de la valla. Los incidentes comenzaron, como en otras ocasiones, por un rumor sobre la apertura de la frontera. Suelen ser folletos o mensajes en las redes sociales árabes los que los desencadenan.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras. Grecia acusa a Macedonia de uso excesivo de la fuerza contra refugiados indefensos, y Macedonia a Grecia de pasividad ante el intento de asalto a su frontera. Solo dos de los 300 refugiados heridos o afectados por los gases siguen en el hospital local. Médicos Sin Fronteras asegura que atendió a tres niños heridos en la cabeza. Las autoridades griegas no logran convencer a sus 11.000 ocupantes de que es inútil esperar y que estarían mejor en centros de acogida oficiales, donde pueden pedir asilo, pero también se arriesgan a ser deportados.