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El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación ha localizado ya a todos los españoles residentes en la región filipina que asoló el tifón Haiyan hace unas semanas y no hay ninguno desaparecido, herido o fallecido, según ha informado este miércoles en el Congreso el ministro José Manuel García-Margallo.

Quedaba un ciudadano español que permanecía sin contactar, pero finalmente ha sido localizado en las últimas horas en la provincia de Davao, ha confirmado García-Margallo, tras subrayar en los pasillos de la Cámara que se trataba de una "magnífica noticia".

En total, la unidad de emergencia consular ha encontrado a los 35 residentes españoles que vivían en la zona del tifón y que no estaban localizados, y no se han recibido, por el momento, más avisos de personas desaparecidas.

Miles, de muertos, 11 millones de afectados, medio millón de casas destruidas, són sólo algunas de las terribles cifras que ha dejado el tifón "Haiyán", también llamado "Yolanda", a su paso por el archipiélago filipino. La ayuda humanitaria internacional llega, todavía, con muchas dificultades a muchas zonas. Hablamos con Agustín Gutiérrez, coordinador de la campaña "Cáritas con Filipinas" y por vía telefónica, pues vive en Cebu, al sur de Manila, con la Hermana Sor Socorro, que conoce muy bien la situación por la que están atravesando los afectados por el tifón.

En Filipinas, ya solo queda un español sin localizar. El Gobierno del país calcula que reconstruir los daños del tifón Haiyán costará mas de cuatro mil millones de euros.

En Filipinas, después del tifón, recibir la ayuda internacional es una misión de riesgo. Son los más jóvenes y fuertes los que se acercan a los helicópteros para coger alimentos para sus familias.Todavía cuatro españoles residentes en Filipinas siguen desaparecidos, según el último recuento de Exteriores. Un equipo de médicos recién llegados de España ha comenzado a trabajar en el hospital regional de Tacloban.

Ya están allí 35 médicos y enfermeros españoles y un cargamento de material médico donado por nuestro país. La situación sigue siendo muy difícil en Tacloban. La población se ha quedado sin nada y muchos no ven otra opción que marcharse de allí.

En Filipinas, el presidente Benigno Aquino ha visitado las zonas más afectadas por el tifón Yolanda. Oficialmente, hay 3.681 muertos y casi 1.200 desaparecidos. El país afronta una gigantesca tarea de reconstrucción, aunque lo más urgente sigue siendo el reparto de alimentos y ayuda humanitaria, que aún llega con dificultad a las áreas más remotas. Hoy ha llegado ayuda médica española.

Filipinas afronta una tragedia de proporciones gigantescas, en palabras del Alto Comisariado de la ONU, tras el paso del tifón Haiyán (Yolanda). A los muertos, hay que sumar más de doce millones de desplazados, según datos del gobierno filipino. Carreteras, aeropuertos y telecomunicaciones han quedado inutilizados haciendo muy difícil la ayuda humanitaria; el agua y la electricidad están cortadas en las zonas más afectadas. 24 países han comprometido su ayuda mientras el ejército filipino intenta evitar el pillaje y mantener un difícil orden. TVE ha recogido las imágenes de la tragedia, las voces de las víctimas, la inquietud de familiares y amigos para contarlo en Informe Semanal.

La última cifra oficial habla de casi 4.500 muertos y se siguen recogiendo cadáveres. La distribución de alimentos sigue siendo prioritaria, al igual que la de agua potable, que es imprescindible para prevenir epidemias.

Hace una semana empezamos a informar sobre la llegada del tifón a Filipinas. El viernes pasado cuando acababa de tocar tierra y había muy poca información contamos que habían muerto cuatro personas. Ahora la cifra ronda los 4000. Una semana llena de imágenes que dan una idea de la magnitud de la tragedia.

Los problemas se multiplican en Filipinas. A las dificultades para distribuir la ayuda se le suma la inseguridad. Mientras, continúan las tareas de ayuda. En cuanto los aviones aterrizan, los afectados van recogiendo la ayuda que para ellos significa la posibilidad de comer en los próximos días. Biberones, agua y otros productos básicos que unos voluntarios aportan y otros distribuyen