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La primera ministra británica, Theresa May, ha cedido a la presión parlamentaria al posponer,  indefinidamente, la votación del acuerdo del Brexit en el Parlamento británico ante la previsible derrota de la mayoría de la Cámara. Su decisión ha agravado las críticas de los diputados, sobre todo del Partido Laborista, que pide la dimisión de la conservadora.

En 1990, Eslovenia aprobó en referéndum la independencia de la antigua Yugoslavia, pero la aplazó durante unos meses para conseguir más apoyos internacionales. El conflicto desembocó en la llamada "guerra de los 10 días", con más de 70 muertos.

Y en el Reino Unido, iniciamos una semana clave en el proceso de divorcio. Para empezar, este lunes, la justicia europea se pronuncia sobre si el país puede echar marcha atrás y revertir el brexit de manera unilateral. Y, por otro lado, el martes, salvo cambios de última hora, habrá votación en la Cámara de los Comunes sobre el acuerdo alcanzado entre Londres y Bruselas para que el Reino Unido pueda salir de la Unión.

Atentos a Francia tras un fin de semana en el que se ha detenido a cerca de 1.800 personas en el marco de la crisis de los chalecos amarillos. La cuestión ahora es saber qué tipo de medidas pueden llegar a calmar el enfado de los franceses, cuyas protestas comenzaron por la subida de los precios de los carburantes. El malestar se generaliza. Este lunes el presidente galo, Emmanuel Macron, se reúne con patronal y sindicatos. Ya, por la tarde, habrá declaración desde el Palacio del Elíseo.

La presión crece sobre el presidente francés, Emmanuel Macron, tras otro sábado de protestas violentas en toda Francia con más de 2.000 detenidos y 136.000 manifestantes, según los últimos datos anunciados este domingo el Ministerio de Interior galo. El líder francés no ha comparecido, pero ha convocado a los agentes sociales a una cita este lunes. Él se dirigirá a la nación después de la reunión.

La presión crece sobre el presidente francés, Emmanuel Macron, tras otro sábado de protestas violentas en toda Francia, que se saldó con más de 2.000 detenidos y 136.000 manifestantes, según los últimos datos proporcionados por el Ministerio del Interior. Solo en París hubo 1.082 detenciones y resultaron heridas 96 personas, 10 de ellas agentes del orden, ha explicado a Efe una portavoz de la Prefectura de Policía.

El presidente francés, Emmanuel Macron, hablará por fin este lunes de la crisis de los chalecos amarillos. En la jornada de protestas del sábado, más de mil personas fueron detenidas en toda Francia. Pese a que el gran despliegue policial redujo la violencia y lo comercios y museos permanecieron cerrados, se produjeron saqueos y actos vandálicos con quema de coches en todo el país.