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El ministro de Trabajo ha dicho que la reforma "favorecerá a más de ocho millones de trabajadores en paro o con contrato temporal, sin pérdida de derechos para los trabajadores con contrato indefinido".

Lo conseguirá finalmente gracias a la abstención del PP, CiU y PNV. Es el primer examen que pasa y los socialistas dicen que durante la tramitación parlamentaria se incorporaran enmiendas de otros grupos.

Su presidente, Gerardo Díaz Ferrán, ha dicho que debe darse más capacidad a los empresarios para no aplicar los convenios en casos de dificultades económicas y ha pedido que esos convenios no sigan teniendo validez cuando han llegado a su término y no se ha negociado otro nuevo. Además, ha reclamado que se concreten más las causas del despido objetivo. Y también ha dicho que en la elaboración de la refoma laboral se ha perdido demasiado tiempo y que se llevado por delante muchas empresas y puestos de trabajo.

Si se convalida y se tramita como proyecto de ley será por la vía de urgencia, como establece el Reglamento de la Cámara Baja. Para eso, el Gobierno necesita que otros grupos la apoyen o se abstengan. De momento ya cuenta con la abstención del PNV.

El PP no adelanta lo que hará, y dice que esperara hasta último minuto por si es posible el acuerdo. Esquerra Republicana de Cataluña se inclina, de momento, por el no y todos cuentan con que sea Convergencia i Unió quien facilite mañana la tramitación parlamentaria.

Entre otras cosas, extiende el uso del contrato de fomento del empleo con una indemnización de 33 días en lugar de 45 y amplia las facilidades para el despido con indemnización de 20 días para las empresas con dificultades económicas. Entra mañana en vigor, aunque la semana que viene tiene que pasar un primer examen en el Congreso.

Y piden que en el trámite parlamentario se incorpore un nuevo modelo de contrato único con una indemnización por despido creciente según la antigüedad del trabajador.