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La organización de salvamento de migrantes en el Mediterráneo Proactiva Open Arms ha presentado este sábado en el juzgado de guardia de Palma una denuncia por omisión de socorro y homicidio imprudente contra el capitán de un mercante y los guardacostas de Libia por un naufragio mortal del que responsabiliza también a Italia. La asociación ha formulado la denuncia tras desembarcar este sábado en el puerto de Palma a Josefa, la superviviente del naufragio del que responsabiliza a los guardacostas libios y, por omisión, a los italianos, y a los dos cadáveres que rescató del mar a 80 millas de las costas de Libia el pasado martes.

"No vamos a Barcelona porque sea la mejor decisión, sino porque no hay otra". Así de claro se ha mostrado Óscar Camps, fundador de Proactiva Open Arms, quien ha hablado en Radio Nacional de España (RNE) sobre el hecho de que la ONG española tenga que ir a la Ciudad Condal "con muy poco combustible" para desembarcar a los 60 migrantes rescatados este sábado.

Camps ha denunciado la actitud de Malta e Italia. "Nos han cerrado todos los puertos, no nos dejan repostar", ha señalado el fundador de Proactiva Open Arms, quien también ha querido dejar claro que en ningún momento han podido entrar o salir de la isla y que ha criticado la postura que mantiene el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, que ha vetado a las ONG.

"Tenemos que agradecer al Gobierno español de que en tan poco tiempo nos haya podido asignar un puerto de desembarque. No es el lugar óptimo para ir, pero volvemos a casa con muy poco combustible porque no nos queda otra", ha señalado Camps a RNE.

La catedral de Tánger es un punto de referencia indispensable para cientos de inmigrantes. Las puertas del templo se abren de par en par para prestarles ayuda. Santiago Agrelo, franciscano español y arzobispo de la ciudad, es la luz al final del túnel para los migrantes que llegan a la ciudad. Tres veces por semana se acerca a los bosques cercanos a Ceuta donde se esconden los inmigrante, que piden agua, comida o ropa. Agrelo insiste en que toda persona tiene derecho a migrar.

Cuando un inmigrante llega a territorio español, el primer paso es su identificación. Si no es posible, se le considera un apátrida. A los migrantes del Aquarius se les ha autorizado una entrada extraordinaria por motivos humanitarios durante 45 días en territorio nacional. En principio, todos tienen derecho a solicitar protección internacional que, según ha explicado el gobierno, se estudiará caso por caso. No habrá una concesión masiva del estatus de refugiad: a quien quiera solicitar protección internacional, se le dará una cita con fecha y hora para formalizar una petición de asilo.