El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha sido recibido entre insultos de "asesino" y "sinvergüenza" que le han proferido los familiares de las víctimas antes de que comenzara el homenaje de Estado de la dana.
Esa tensión ha sido sustituida por un sentido silencio de nueve minutos mientras se leían los nombres y apellidos de las 237 víctimas mortales de la catástrofe.
Sin discursos de representantes políticos, las víctimas han sido el centro del acto. Tres de ellas han tomado la palabra. Andrea Ferrari perdió a su madre: "Convirtamos este homenaje en una lección, la de honrar la memoria de quienes se fueron, pero también la de cuidar a los que estamos aquí".
Virginia, que perdió a su primo, ha puesto el foco en quienes omitieron su deber: "A sabiendas de que su omisión puede suponer la pérdida de vidas humanas, quien comete el acto primigenio que deriva en sus muertes".
Por su parte, el rey ha pedido en un breve discurso que se analicen las causas y circunstancias de la tragedia con el fin de extraer con "rigor y serenidad las lecciones" necesarias para evitar que vuelva a suceder: "Pongamos todos de nuestra parte para impedir que se repita".
Imagen: EFE/ Kai Forsterling