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La 'troika', misión del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Unión Europea responsable de decidir si se entrega a Grecia un nuevo tramo del rescate financiero, ha regresado al país heleno en medio de las protestas de cientos de ciudadanos griegos contra los ajustes. La Confederación de Funcionarios Públicos, Adedy, ha convocado este jueves varias protestas contra las duras medidas de austeridad, y grupos de trabajadores han llegado a bloquear la entrada de algunos ministerios. Así, un grupo de funcionarios ha impedido el acceso a la sede del Ministerio de Finanzas de un equipo de asesores técnicos de la "troika".

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha afirmado que "nos encontramos ante el desafío más grande que ha tenido que enfrentar nuestra Unión en toda su historia", ante el Pleno del Parlamento Europeo, donde señaló que la UE "pude y debe" solucionar la grave crisis. Barroso defendió que Grecia seguirá formando parte de la zona euro y reconoció que "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, hemos permitido que los mercados acaben siendo insostenibles y su comportamiento inaceptable y permitimos desequilibrios macroeconómicos entre los estados miembros". "Sí la situación es seria, pero tenemos los instrumentos para solucionarla", asegura Barroso y aboga por trabajar en pro de una "renovación europea", basada en la estabilidad, la disciplina fiscal y la responsabilidad, el crecimiento y la solidaridad. "Nos encontramos en un momento crucial en la historia. Si no avanzamos hacia una mayor unificación, integración, entonces estaremos más fragmentados", advierte. En opinión de Barroso, la UE necesita una verdadera estrategia comunitaria, "una unión económica real". "Tenemos que completar la unión monetaria con una unión económica", ha indicado.

La aprobación de un impuesto inmobiliario en Grecia ha provocado protestas callejeras, tras la visita de Papandreu a Alemania para conseguir el respaldo de Merkel a su programa de reformas. La secretaria de Estado Hillary Clinton ha recordado a la eurozona que "no hay atajos para salir de la criis", mientras que el presidente del Eurogrupo afirma que no acepta lecciones de nadie y que "los parados de Grecia e Irlanda no provocaron la caída de Lehman Brothers".

Las bolsas europeas cierran una jornada de euforia este martes, protagonizada por la visita del primer ministro griego, Papandreu, que ha pedido ante empresarios alemanes en Berlín, que se reconozca el esfuerzo del gobierno heleno para la superación de la crisis. Los inversores han reaccionado con optimismo ante la expectativa de más ayudas a Grecia. El selectivo francés ha encabezado las ganancias con un repunte del 5,74%, seguido por el alemán, que aumenta un 5,29%. Mientras, el Ibex 35 ha aumentado un 4,93% y alcanza los 8.500 puntos, en la que supone la tercera mayor subida del año desde el pasado 12 de enero, cuando registró un aumento del 5,42%.

Mientras, la prima de riesgo española se ha relajado hasta los 310 puntos, tras la subasta del Tesoro Español que ha logrado captar 3.225 millones con una demanda que ha triplicado la oferta, aunque el Estado tendrá que pagar más rentabilidad, un 1,75% en los bonos a tres meses y un 2,73% en los bonos a seis meses.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha señalado que "hay una crisis de deuda, no una crisis del euro" y ha reconocido los esfuerzos de Grecia para salir de la crisis. La líder germana ha defendido la ortodoxia fiscal y ha descartado planes de estímulo para impulsar el crecimiento que supongar un mayor endeudamiento del Estado. El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, ha pedido ayuda a la UE para que su país llegue a buen puerto como Ulises y no quede atrapado en un empeño inútil como Sisifo.