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José Ramón de Espínola, profesor de la cátedra Jean Monnet de la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid, cree que la suspensión de pagos de Grecia es "inevitable". En su opinión, Bruselas intenta demorar la quiebra para que los bancos europeos, sobre todo franceses y alemanes, ganen tiempo. Además, reclama "más Europa" para evitar el contagio de otros países (13/09/11).

La ecuación griega se complica y los líderes europeos tratan de despejar la mayor incógnita: si Atenas conseguirá pagar lo que debe. Van Rompuy augura tiempos difíciles, Trichet confía en que Grecia cumpla con sus compromisos de ajuste fiscal para seguir recibiendo ayuda, y Merkel y Durao Barroso guardan silencio después reunirse, aunque piden a todos los miembros de la Eurozona que aprueben la reforma del fondo de rescate.

Bruselas descarta la suspensión de pagos de Atenas. Pero los datos no despejan las dudas: un informe de la Comisión Europea asegura que el déficit griego se mantendrá por encima del 9% este año y el que viene. El primer ministro, Yorgos Papandreu, asegura que el país no caerá, que no habrá quiebra, y confirma que llegarán hasta el final con los ajustes necesarios.

Mientras, su secretario de Estado de Finanzas alerta de que las arcas públicas de Atenas se quedarán vacías en octubre y que sin ayuda, no podrán pagar pensiones ni sueldos de funcionarios. Los supervisores del rescate, los que deben aprobar el ansiado sexto tramo de ayuda para espantar el fantasma de la quiebra, vuelven el miercoles a Atenas.

Todo esto, un día después de que el Gobierno griego aprobase medidas extraordinarias: los alumnos de colegios, institutos y universidades tendrán que pagar los libros. Además, habrá un impuesto para todos los que tengan una propiedad inmobiliaria -unos 400 euros por una vivienda de 100 metros-.

El reloj no se detiene. A finales de octubre, los presupuestos griegos para el próximo año. El equipo de Papandreu ya ha empezado a buscar apoyos en el parlamento para sacarlos adelante.

Los gobiernos de la zona euro temen el colapso de Grecia y el contagio que supondría de producirse. La alternativa es más gobierno económico europeo y la creación de los eurobonos o emisión de deuda respaldada por todos los países del euro. Según informa Antonio Delgado, corresponsal de RNE en Bruselas, que cita a fuentes diplomáticas, la canciller alemana Angela Merkel, pese a su rechazo formal al eurobono, tiene en realidad una postura mucho más flexible al respecto y está dispuesta a aceptar cierto sistema común de deuda pública en la eurozona. La idea, con la que se trabaja ya en Bruselas, es crear para ello una Agencia Europea de Deuda. A cambio, los gobierno sde la zona euro deberán ceder soberanía, aceptar un mayor control comunitario sobre sus cuentas públicas. Esas son las líneas generales del acuerdo que Herman Van Rompuy espera conseguir en la próxima cumbre que se celebrará a mediados del mes de octubre.

Tras conocerse que Grecia solo tiene dinero para pagar sueldos y pensiones hasta octubre, desde Bruselas se ha lanzado una ofensiva en defensa del país heleno y de su continuidad en el euro que, sin embargo, no ha logrado el hundimiento de los mercados en el Viejo Continente. La Comisión Europea, el BCE y el presidente del Consejo Europeo han señalado que no barajan la hipótesis de que Atenas sea expulsado de la moneda única y además, el portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios de la Comisión Europea, Amadeu Altafaj, ha subrayado la importancia de las últimas medidas de ajuste adoptadas, entre ellas el nuevo impuesto inmobiliario.

El eurodiputado del PP y miembro de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, Íñigo Méndez de Vigo, ha asegurado en RNE que la situación de Grecia es insostenible y que el país debería salir del euro. "Tenemos que pensar seriamente en que Grecia salga del euro, (...) que es lo mejor para Grecia y para el resto de países. Y no pasa nada porque dentro de la UE hay otros 10 países que no tienen el euro como moneda", ha afirmado en una entrevista en la radio pública.

Tras subrayar que se ha hecho "todo lo necesario" para rescartar a Atenas, Méndez de Vigo ha señalado que "Grecia está quebrada". "Podemos buscar el término que se quiera, pero cuando el secretario de Estado griego dice que no tiene para pagar las nóminas del mes de octubre... ya me contará cómo se le llama a eso".

El parlamentario del PP considera que "no hay efecto dominó" porque "la situación en España e Italia es diferente". "No hay una crisis del euro, hay determinados países con nombres y apellidos que han hecho malas políticas económicas y ahora pasan apuros, como España", ha señalado Méndez de Vigo, "lo que afecta al resto".

Las bolsas europeas han comenzado la semana con una nueva jornada de desplomes y gran volatilidad entre los rumores sobre la quiebra inminente de Grecia y la certeza de que, si no recibe el sexto tramo de la ayuda, en octubre no tendrán dinero para los funcionarios y las pensiones. En este contexto, el anuncio del Gobierno heleno de un nuevo impuesto inmobiliario no ha logrado tranquilizar a los mercados europeos. El selectivo español ha cerrado con una fuerte caída del 3,41%, por debajo de los 7.700 puntos (7.640,70), con todos los valores teñidos de rojo salvo Inditex, que ha conseguido cerrar en verde. Con este descenso, la Bolsa española ha cerrado en niveles de marzo de 2009. El resto de parqués europeos también han acusado la desconfianza de los inversores y se han desplomado en otra jornada aciaga. La que más ha perdido ha sido París, que se ha cerrado con unas pérdidas del 4,03% ante la posible rebaja de la nota de sus bancos por parte de Moody's por su exposición a la deuda griega, y se coloca en niveles de abril de 2009.

Tras dos jornadas de subidas, miércoles y jueves, las bolsas europeas han cerrado la semana con un serio correctivo. El principal indicador de la Bolsa española, el Ibex-35, ha sido uno de los peor parados en el Viejo Continente, con un desplome del 4,44%, con lo que ha perdido los 8.000 puntos (7.910,20). La cuarta mayor caída del año ha dejado al principal indicador del parqué español en niveles de marzo de 2009, los mismos a los que llegó este pasado martes. La Bolsa española ha cerrado su segunda peor semana del año en la que ha caído el 6,54%, en tanto que las pérdidas acumuladas desde enero crecen al 19,77%. En el parqué madrileño todos los valores cerraron en negativo. Además, la prima de riesgo de España ha repuntado con fuerza hasta los 340 puntos básicos (desde los 317 de la apertura). El resto de mercados europeos han acabado la última sesión de la semana con grandes caídas. La peor, la de la Bolsa de Milán, que se ha derrumbado un 4,93%. Pérdidas muy importantes han sufrido el resto de índices: Fráncfort ha cerrado con un descenso del 4,04%; París, un 3,6% abajo; Londres, un 2,35%; y Lisboa, un 2,5%. Atenas, sin embargo, ha subido un 0,47%.

El eurocomisario de Energía, el alemán Günther Oettinger, ha propuesto una cesión temporal de soberanía presupuestaria por parte de Grecia y enviar a Atenas a funcionarios de la Unión Europea para acelerar las reformas.

"Podrían trabajar sin hacer caso a las resistencias y acabar con los derroches. Quien reclama solidaridad de los demás estados debe estar dispuesto a ceder parte de sus responsabilidades por un tiempo", ha declarado Oettinger al rotativo germano Bild. Los planes de recorte griegos han sido muy contestados en la calle por sindicatos y colectivos sociales, que han protagonizado varias huelgas.

Las declaraciones se producen cuando este viernes termina el plazo para que los acreedores privados, bancos, aseguradoras y planes de pensiones, canjeen sus bonos de deuda griega por otros a más largo plazo.

La medida, exigida por la canciller alemana, Ángela Merkel, para dar el visto bueno al segundo rescate a Grecia, quiere conseguir en torno a 50.000 millones de euros que sumados a los 109.000 millones de la UE y el FMI forman el montante global de la nueva ayuda a Atenas.

El gobierno de Papandreu ya dijo hace dos semanas que solo aceptará este canje voluntario si participan en él al menos el 90% de los acreedores.