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El comisario europeo de Mercado Interior, Michel Barnier, no descarta que l os 16 bancos que obtuvieron el aprobado justo en los últimos test de solvencia podrían necesitar una ayuda extra de capital. Podrían necesitar ayudas públicas, aunque primero tendrían que buscar ayuda privada. El Banco de España ha negado que las siete entidades españolas necesiten más capital y la Asociación de la Banca Europea ha calificado de imprudentes esas afirmaciones.

En Portugal, el presidente de la región de Madeira, Alberto Joao Jardim, ha reconocido en una entrevista en televisión que la deuda encubierta de la región supera los 5.000 millones de euros, y no los 1.600 millones que había reconocido hace unos días. Este agujero en las finanzas le pone las cosas más difíciles todavía a Portugal, en su empeño por demostrar que está haciendo los deberes para poner al día las cuenta públicas.

"Es una cosita de nada en medio de tanto", ha afirmado Jardim. No piensan lo mismo, a pesar de ser de su mismo partido, ni el presidente de la República, que ya había dicho que "esto afecta a la credibilidad internacional de Portugal"; ni el primer ministro, que señaló "que esto les acerca más a Grecia"; ni el responsable de Finanzas, que aseguró "temer que no consigan reducir el déficit fiscal del país".

El miedo a una recesión mundial y el temor a que Gobiernos y Bancos Centrales no tomen las decisiones adecuadas sigue planeando sobre los mercados y ha provocado la oleada de ventas en las bolsas, según justifican los analistas. La actuación de las autoridades está siendo muy lenta y se echa en falta mayor coordinación internacional, dicen. Estos expertos señalan que si instituciones y organismos no toman medidas de forma contundente y coordinada, existe el riesgo de contagio a las economías emergentes.

Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de los países miembros del G-20 han mostrado en un comunicado conjunto su compromiso para dar una "respuesta internacional fuerte y coordinada" a los renovados desafíos a los que se enfrenta la economía global. En concreto, los responsables económicos identifican como los nuevos peligros para la economía mundial los crecientes riesgos a la baja por las tensiones en la deuda soberana, la fragilidad del sistema financiero, las turbulencias en los mercados, el "débil" crecimiento económico y el "inaceptable elevado desempleo". Ante esta situación, aseguran que están comprometidos con apoyar el crecimiento, implementar planes creíbles de consolidación fiscal y garantizar un crecimiento "fuerte, sostenible y equilibrado". "Esto requerirá una plan de medidas valiente y colectivo, con todo el mundo haciendo lo que le corresponde", incide.

Las bolsas europeas volvieron a sufrir hoy fuertes pérdidas de más del 4%, en reacción a las últimas medidas anunciadas por la Reserva Federal y a la persistente incertidumbre sobre la economía mundial. El euro también resultó perjudicado por el pesimismo, mientras los inversores parecían decantarse por el dólar como moneda más segura. Los mercados de valores europeos se mostraron decepcionados por el plan de estímulo económico que anunció el miércoles la Fed, que se llevará a cabo mediante el canje de bonos de corto plazo por otros de más largo plazo por 400.000 millones de dólares. Así, al final de la jornada, la bolsa de París perdió el 5,25%; la de Fráncfort, el 4,96%; la de Londres, el 4,67%; la de Madrid, el 4,62% y la de Milán, el 4,52%.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, se ha unido a la advertencia lanzada por el Banco Mundial este jueves al asegurar que "la situación económica actual está entrando en una fase peligrosa: lo dije e insisto en ello". "La recuperación que esperabamos se ha debilitado y los riesgos que vemos no son solo económicos, sino también sociales, porque con menos crecimiento, también va a haber menos trabajo", ha afirmado Lagarde.

Las Bolsas europeas vuelven a desplomarse, decepcionadas por el anuncio de la Reserva Federal estadounidense de un plan de estímulo de la economía del país. El Ibex-35 ha luchado por mantener el soporte de los 7.800 puntos y lo ha logrado (7.830,80). Al cierre, el principal índice del parqué ha bajado un 4,62%, una de las peores caídas del 2011, si bien ha llegado a ceder más de un 5%. Los valores más perjudicados fueron los más ligados al crecimiento económico, que parece que se ralentiza en todo el mundo, como la siderúrgica ArcelorMittal, que se desplomó el 8,89%, y los vinculados al negocio financiero, con BBVA y Santander a la cabeza al anotarse un retroceso del 5,46% y del 5%, respectivamente. El resto de los parqués europeos, que habían recuperado terreno al igual que Madrid, han cerrado con fuertes pérdidas. Al frente, París, que ha cedido un 5,25%, afectada por los desplomes de un 10% de sus principales valores bancarios. El resto de parqués han cerrado así: Fráncfort se ha dejado un 4,96%; Londres, el 4,65%; Milan, un 4,52%; y Lisboa, el 5,36%.

El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, ha advertido a las economías avanzadas como EE.UU., la Unión Europea y Japón que sería "irresponsable" no actuar para evitar la recaída en una nueva recesión. "Todavía creo que una doble recesión para las grandes economías es improbable. Pero mi confianza está siendo erosionada cada día por el continuado cúmulo de malas noticias", ha afirmado Zoellick, en la rueda de prensa de apertura de la reunión anual del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que se celebra en Washington. Tal y como hizo este miércoles el FMI, Zoellick ha reiterado que el mundo está en una "zona de peligro" y que "al contrario que en 2008, cuando mucha gente dijo que no vieron venir las turbulencias, ahora no tienen esa excusa". El presidente del Banco Mundial ha agregado, asimismo, que los países emergentes no están tan bien situados como previamente para hacer frente a una nueva crisis.

Las Bolsas europeas vuelven a desplomarse, decepcionadas por el anuncio de la Reserva Federal estadounidense de un plan de estímulo de la economía del país, pero también por las rebajas de calificación que han sufrido los bancos italianos y estadounidenses y la revisión a la baja del crecimiento de Italia para 2011 y 2012, país considerado "clave" por el FMI para parar el contagio de la crisis de deuda. A las 15.55 hora peninsular, el Ibex-35 lucha por mantener el soporte de los 7.800 puntos y baja un 4,25%, si bien ha llegado a ceder más de un 5%. El resto de los parqués europeos sigue las mismas tendencias tras el batacazo de la sesión de este miércoles de Wall Street. A la misma hora, Fráncfort se dejaba un 3,81%; París, un 4,90%; Londres, el 4,46%; Milan, un 3,95%; Lisboa, el 4,61% y Atenas, un 3,05%. Este jueves, las caídas vuelven a protagonizar la sesión de Wall Street. La Bolsa de Nueva York ha abierto a la baja y el índice Dow Jones de Industriales descendía a las 15.45 hora penisular un 3,10% y se situaba en los 10.780 puntos básicos. En la apertura, el selectivo S&P 500 cedía el 2,25% y el índice compuesto del mercado Nasdaq perdía el 2,65%.

El turimo se está convirtiendo en un motor de la economía en estos tiempos de escaso crecimiento. En agosto se batió el record en la llegada de visitantes extranjeros. En los ocho primeros meses ha crecido casi un 8% más que en las mismas fechas de 2010.