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Continúa la investigación sobre las causas del incendio de Valencia y si los materiales que revestían el edificio han tenido algo que ver en la rápida propagación de las llamas. Según los expertos, no tiene porqué haber un registro de los materiales que se utilizaron, ya que hasta 2006, un año después de que empezaran a construirse estos bloques, no era obligatorio tener un "libro del edificio". Este hecho podría dificultar las pesquisas y alargarlas. Foto: EFE/Manuel Bruque

Ante la impotencia, el dolor y la desolación de unos residentes que lo han perdido todo en el incendio de Campanar, la vecindad se ha volcado de lleno con ellos. Desde la primera voz de alarma, asociaciones como Valientes se han puesto manos a la obra para recoger comida, ropa, medicamentos y productos de primera necesidad. Este centro, ahora el foco principal de organización y recogida, se han ido sumando voluntarios de todas las edades para poder organizar, guardar y trasladar los paquetes. Los taxistas y otros colectivos también se han unido a la oleada de solidaridad para transportar los paquetes a diversos puntos de la ciudad. Además, tiendas de alimentación, gimnasios o bares tampoco han querido quedarse atrás, aportando su grano da arena. 

A las once la mañana, los bomberos han podido revisar planta por planta el edificio consumido por las llamas este jueves en Valencia. El balance de víctimas ha ido aumentando a medida que pasaban las horas, entre ellas un matrimonio y sus dos hijos pequeños. Los bomberos aguantaron dentro del inmueble más de lo marcado por los protocolos, pero a causa de la rápida propagación de las llamas no consiguieron llegar a todas las plantas. Mientras, los vecinos, familiares y conocidos de las víctimas fallecidas continúan consternados ante el suceso. Al lugar se han desplazado cuatro equipos de forenses y 24 psicólogos con el objetivo de acompañar a los afectados durante el duelo. Por el momento, la Policía Científica ha confirmado el fallecimiento de 9 personas.

El devastador incendio en un complejo de viviendas del barrio de Campanar, en Valencia, ha dejado diez muertos. Aunque todavía se investigan las causas del mismo, las miradas se centran ahora en saber qué pudo pasar para que las llamas se propagaran tan rápido en un edificio construido a principios de los 2000. Todo apunta al revestimiento de la fachada, compuesto por elementos sostenibles pero altamente combustibles. Pero, ¿qué dice la ley? ¿Se pueden construir viviendas con este tipo de materiales? ¿Cómo se puede evitar que algo así vuelva a pasar?

El incendio registrado en la tarde del jueves en un complejo residencial del barrio valenciano del Campanar dejó momentos de terror y angustia entre los vecinos del inmueble. Hasta el momento el balance es de diez personas muertas. Pero la tragedia pudo ser mayor si el desalojo no se hubiera producido con rapidez, dada la velocidad con la que el fuego se fue propagando de una planta a otra. En medio de esta tragedia surgió un héroe inesperado: Julián, el conserje del edificio, cuya actuación fue crucial a la hora de que los afectados pudieran salir de este complejo residencial.

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha confirmado que el edificio de 14 plantas que salió ardiendo en la tarde del jueves "tenía licencia y todo el expediente en regla". En una entrevista en el canal 24 horas, ha explicado que la construcción cumplía con la normativa y que la licencia se aportó en su día "en condiciones de normalidad".

Asimismo, ha indicado que, tras una primera inspección ocular de los bomberos y de la policía científica, "el número de personas que se han encontrado fallecidas es de 10", lo que coincide con el de personas que se encontraban ilocalizables.

Pasadas las 17 de la tarde de este jueves empezaron a verse las primeras llamas en un edificio del barrio de Campanar, en la ciudad de Valencia. Con rapidez, el fuego se propagó a lo largo de sus 14 plantas y en menos de una hora las llamas alcanzaron un edificio adjunto. Testimonios de lo ocurrido narran cómo se vivió la intensa jornada que deja diez personas fallecidas en el interior de los dos bloques calcinados.

FOTO: EFE/Biel Aliño