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 El exprimer ministro de Luxemburgo y expresidente del Eurogrupo Jean-Claude Juncker, veterano protagonista de la escena política europea, se convertirá previsiblemente en el primer presidente del Ejecutivo comunitario que ha recibido el aval indirecto de las urnas. Para llegar hasta este momento, el luxemburgués ha tenido que superar toda una serie de obstáculos y de rechazos por parte de algunos Estados miembros, entre ellos los de Reino Unido y Hungría, que hoy votaron en contra de su designación para ese alto cargo de las instituciones de la Unión Europea (UE).

 Los líderes de los Veintiocho se han reunido en Bélgica en una solemne ceremonia para conmemorar el centenario de la Primera Guerra Mundial, determinados a parecer unidos pese a las disputas sobre el futuro presidente de la Comisión Europea. Los jefes de Estado y de Gobierno europeos se reunirán para proponer a Jean-Claude Juncker -pese a las reticencias de Reino Unido- y para discutir las prioridades de la próxima legislatura. 

  • El primer ministro británico no consigue apoyos para vetar a Juncker
  • El luxemburgués logra el consenso de populares, socialistas y liberales
  • Los 28 comienzan en Ypres una cumbre para decidir los futuros cargos
  • El portugués ha estado al frente de la Comisión Europea desde 2004
  • Su carrera ha estado marcado por giros ideológicos y requiebros políticos
  • El proyecto europeo ha atravesado una gran crisis durante sus mandatos

Llegar a lo obvio no siempre resulta sencillo. Si no que se lo digan a Jean Claude Juncker. Ganó las elecciones del pasado 25 de mayo, lo que no le ha librado de un tortuoso camino hacia el objetivo de ser el futuro presidente de la Comisión Europea. Las dificultades, además, se las han creado en su propia familia política. David Cameron, lo eligió como chivo expiatorio de sus pecados europeístas. Para demostrar que él también se opone a la nomenclatura de Bruselas, decidió vetarle como presidente de la Comisión y amenazó con abandonar la Unión Europea.