La subida de la tarifa del metro fue la chispa que hizo estallar las protestas en Chile. Han pasado ya dos meses y la economía se resiente por la inestabilidad y la crisis económica: 100.000 despidos en todo el país.
Chile sigue sumergido en una crisis social que parece lejos de resolverse.
Los carabineros niegan el uso de tóxicos en el agua que lanzan para dispersar a manifestantes. Y el presidente Santiago Piñera apunta a una injerencia extranjera detrás de los episodios violentos.