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El secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, ha achacado las críticas y el rechazo de los partidos de izquierda a la necesidad de "marcar perfil político propio". "Ningún acuerdo satisface al 100 % -ha dicho el sindicalista- están sobreactuando".

Sus declaraciones llegan el mismo día que el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha advertido al Gobierno de que su grupo "no dará un cheque en blanco" en la nueva reforma laboral y ha añadido que, aunque desea negociarla, "el acuerdo aún está bastante lejos".

Sordo ha defendido que es la reforma de recuperación y mejora de derechos laborales "más intensa de los últimos años de forma indiscutible". "Deroga aspectos centrales de la reforma laboral del PP y toma una batería de medidas para estabilizar la contratación en España como no se han tomado en los últimos 30 años", ha dicho en una entrevista en La noche en 24 horas. 

Así, ha insistido en que la reforma pactada por los agentes sociales supone una estabilización de los empleos y pone el foco en la temporalidad, que ha definido como una de "las lacras de este país". "No tiene ni una sola medida perjudicial para los intereses de los trabajadores y las trabajadoras", ha añadido, pidiendo paciencia para la inclusión de futuros puntos de debate como las indemnizaciones.

Sobre el salario mínimo (SMI), ha reafirmado su compromiso de lograr que en 2022 alcance los 1.000 euros y ha asegurado que la subida de la inflación no tiene relación con los salarios, sino con "variables" externas como son los precios energéticos o el "estrangulamiento en las cadenas de suministros mundiales".

Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras, no cree que la reforma laboral aprobada hoy por el Gobierno sea modificada en la tramitación parlamentaria. “No hay riego de que se pierda el espíritu de esta reforma, aunque me imagino que en trámite parlamentario habrá intentos de incorporar alguna medida. Estaremos vigilantes”, ha asegurado en el informativo 14 horas de RNE. Sordo cree que conveniente convalidar esta norman cuanto antes y espera que los efectos de esta reforma se empiecen a notar en los próximos trimestres.

El secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, ha calificado de "importante, inédito" y también de "histórico" el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los agentes sociales (patronal y sindicatos) para la reforma laboralconsidera que se han corregido las "derivas" de las anteriores reformas y que habrá "más estabilidad en el empleo y alternativas a los despidos". El líder del sindicato dicho que esta es "la primera reforma de este calado producto de un acuerdo social y que supone una mejora sustancial de los derechos laborales tras una década larga en la que las reformas laborales habian hecho todo lo contrario".

Sordo, entrevistado en La Hora de La 1, ha admitido que ha sido una negociación "dura, muy compleja" en la que "se metió por medio una pandemia" porque sino, según ha asegurado podría haberse resuelto hace un año y también ha reconocido que ellos hubieran sido "mucho más ofensivos a la hora de limitar el despido", pero que "en aras a un acuerdo", han planteado "medidas alternativas" que consideran que sí van a suponer "un encarecimiento del despido". También ha dicho que las negociaciones avanzaron cuando las "organizaciones empesariales asumieron un principio de realidad", que esta reforma "iba a ser de calado que iba a conllevar modificar los aspectos centrales de la reforma del PP y a partir de ahi o se quedaban fuera o trataban de condicionar la intensidad d ela rreforma y los contenidos".

Foto: El líder del sindicato Comisiones Obreras, Unai Sordo, en una imagen de archivo. EFE/ J.J.Guillén

Tras el acuerdo entre Gobierno, sindicatos y patronal sobre la modificación de la reforma laboral, en 24 horas hablamos con Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras (CCOO). Para Sordo, “es la primera vez en mucho tiempo que se consigue una sustancial mejora de los derechos laborales en este país”. Destaca el avance que supone en materia de estabilización de empleo y de negociación colectiva, así como la introducción de herramientas como los ERTE. Explica que, durante la negociación, sindicatos y patronal han mantenido una actitud de trinchera, aunque reconoce que las organizaciones empresariales en España no se han sumado a la polarización promovida por la derecha política.

Tras nueves meses de negociaciones, el Gobierno, los sindicatos y la patronal han llegado a unacuerdo sobre la modificación de la reforma laboral. Da prioridad a los convenios de sector y recupera laprórroga automática, aunque otorga a los empresarios posibilidad de ajustes. No impone límites a la subcontratación, pero sí condiciones. Se podrán hacer contratos temporales si la producción lo exige, cuando haya picos imprevistos de producción, pero trata de priorizar los fijos discontinuos. Amplía la utilización de los ERTE, planteados como alternativa al despido. La CEOE la ha aprobado por mayoría con cuatro abstenciones, por parte de las organizaciones de Madrid, Cataluña, el transporte y el campo. CCOO y UGT, por unanimidad. Para el Gobierno, es un "acuerdo histórico y equilibrado", según ha declarado Nadia Calviño. Los socios del gobierno hablan de reforma descafeinada. Irá al Consejo de Ministros la semana que viene y se aprobará antes de final de año, como exigía Bruselas para desbloquear una nueva partida de fondos. Informa Esperanza Martín.

De cara a la negociación de la reforma laboral, el secretario general de CC.OO., Unai Sordo, defiende que "la clave es que la contratación temporal se de sólo cuando responde a una causa objetivable (...) y que no se convierta en la norma". Entrevistado en La Hora de la 1, el líder sindical explica que "a veces se necesita un contrato temporal según causas de producción" pero no puede ser lo habitual para los trabajadores más jóvenes ni las empresas pueden tener un 20 % o un 30 % de la plantilla con contratos temporales sin justificación. Cree que andan "justos de tiempo" para cerrar un acuerdo antes de fin de año, pero insiste en que todas las opciones siguen abiertas (acuerdo tripartito, bipartito o no lograrlo).

Los sindicatos UGT y CC.OO. han desconvocado la huelga indefinida del metal en Cádiz a la espera de que las asambleas de trabajadores ratifiquen el preacuerdo sobre el convenio colectivo. La CGT no está de acuerdo, tilda de "migajas" las subidas salariales sobre todo para los eventuales y llama a seguir las movilizaciones dos días más.

El sector del automóvil afronta una situación complicada provocada por varias causas: al frenazo en la fabricación al que obligó la pandemia se suman los problemas para encontrar materias primas y la implementación del coche eléctrico. Fábricas, talleres y concesionarios han perdido en conjunto más de 15.000 puestos de junio a septiembre. Los trabajadores del sector salen a la calle este lunes en Madrid convocados por Comisiones Obreras para pedir al ministerio de Industria que reúna la mesa de la automoción. “Hace falta soberanía industrial, hace falta inversión, hace falta una apuesta política, hace falta un plan por la política industrial que este país lleva décadas sin tener y que se está además demostrando y evidenciando en esta situación”, asegura Gerardo Cortijo, responsable de Política Industria de CCOO.

El Gobierno retoma las negociaciones con patronal y sindicatos para intentar pactar la nueva reforma laboral. El acuerdo con la patronal es posible, reconoce Yolanda Díaz, pero complicado. La clave está en la temporalidad, en la nunca se había hablado, aseguran, en una negociación así sobre el mercado de trabajo. Todas las partes dicen que el tiempo apremia, pero que hay que agotar todas las posibilidades.

El secretario General de CCOO, Unai Sordo, ha defendido en La noche en 24 horas que España "tiene márgenes para mejorar los salarios y para incrementar muy levemente, como se ha hecho en este caso, las cotizaciones sociales". Para él, el nuevo acuerdo para garantizar las pensiones "es una medida perfectamente razonable y no es la única para mejorar los ingresos de la Seguridad Social".

Aun así, asegura que subir las cotizaciones sociales "no es suficiente" para afrontar el gasto. "La pregunta que hay que resolver es si nuestro país quiere mantener un sistema público de pensiones y si está dispuesto a financiarlo", ha planteado.