Indígenas brasileños llevan más de una semana acampados frente al congreso en protesta por un proyecto de ley que abriría sus tierras a la explotación. La última manifestación ha acabado en enfrentamientos con la policía.
Foto: AFP / Sergio Lima
Indígenas brasileños llevan más de una semana acampados frente al congreso en protesta por un proyecto de ley que abriría sus tierras a la explotación. La última manifestación ha acabado en enfrentamientos con la policía.
Foto: AFP / Sergio Lima
La selección brasileña vence a Venezuela en el partido inaugural de la Copa América pese a los debates políticos sobre si debe celebrarse la competición en el país. Brasil es uno de los países más afectados por el coronavirus y, aun así, ha decidido albergar dicho torneo pese a la oposición del propio combinado nacional. El presidente del país, Bolsonaro, ni siquiera se presentó en el estadio para ver a su selección liderada por un Neymar estelar.
Después de que Colombia y Argentina renunciaron a organizar la Copa América, Brasil decidió acoger la competición, aunque la decisión ha generado un gran rechazo social por la situación sanitaria del país. Tanta polémica, que la propia selección brasileña se plantea negarse a jugar. Han anunciado que comunicarán su postura el martes, después de su partido clasificatorio para el Mundial contra Paraguay.
Foto: Imagen de archivo del Cristo del Corcovado y el estadio de Maracana en Rio de Janeiro.
Tras la renuncia de Argentina y Colombia a acoger la Copa América por la pandemia del coronavirus, la Comenbol anunció que el torneo se disputará en Brasil, en las mismas fechas que estaba previsto. Una decisión que no deja de sorprender teniendo en cuenta que Brasil es el país con mayor número de muertes por la pandemia de todo sudamérica.
Miles de personas han salido a la calle en Brasil para protestar contra la política sanitaria de Bolsonaro. En el país han muerto más de 460.000 personas por el coronavirus. Bolsonaro también está en el centro de las críticas de las comunidades indígenas que sufren los ataques de mineros ilegales.
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FOTO: Manifestantes participane n una protesta en Sao Paulo contra el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. NELSON ALMEIDA / AFP.
La escasez de oxígeno ha disparado los precios en la India, que también sufre el problema de clínicas falsas y tráfico de medicamentos. Y también ha ocurrido en África y en Latinoamérica en los picos de contagios: en Kenia, Brasil, Perú y México.
La ciudad brasileña de Botucatu, en el estado de Sao Paulo, se ha convertido en experimento mundial contra la coronavirus. Objetivo: vacunar en un dia a 80.000 personas entre 18 y 60 años, más del 80% de los adultos. Se ha utilizado la de AstraZeneca. A los mayores de 60 ya se les había inmunizado previamente.
Al menos 24 presuntos narcotraficantes y un agente de Policía han muerto en una gran redada policial en una favela en Río de Janeiro. La favela es bastión de una de las organizaciones criminales más importantes de Brasil y ha sido la redada más letal en los últimos 16 años en la ciudad. La Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha pedido una investigación independiente y teme que la Policía carioca oculte pruebas de los tiroteos.
FOTO: EFE/ André Coelho
Al menos 25 personas han muerto, entre ellas un policía, y otras 5 han resultado heridas, dos de ellas cuando viajaban en el metro, durante una operación policial este jueves contra una banda de narcotraficantes en una favela de Río de Janeiro.
La intensa confrontación armada se vivió desde tempranas horas en la zona norte de la ciudad, en la favela de Jacarezinho, una de las comunidades más deprimidas y violentas de la urbe, cuando cerca de 200 agentes policiales fueron enviados a la barriada para reprimir a una banda de narcotraficantes.
Sin embargo, los vecinos protestan y aseguran que algunos de los muertos no iban armados. La Policía, además, tiene prohibido realizar este tipo de operaciones durante la pandemia.
La favela de Jacarezinho es una de las bases del 'Comando Vermelho' ('Comando Rojo), la mayor banda de narcotráfico en Río.
Foto: EFE/ André Coelho