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El año pasado 90.000 familias perdieron su casa. Las asociaciones de afectados insisten en que el problema no termina cuando les desahucian. "Entran de lleno en trabajos en los que les pagan en negro, no puede alquilar una casa porque nadie les va a dar el crédito suficiente o el aval que se pide ahora mismo para el alquiler. Y si empiezas a percibir dinero porque has conseguido trabajo posiblemente también te embarguen la nómina", aseguran.

Para sacar a los afectados de esta situación, sindicatos y asociaciones de consumidores han pedido al gobierno que se salde la deuda con la entrega de la vivienda. "Se condena a las personas a una situación de vulnerabilidad y de exclusión social que de momento no tiene ninguna respuesta por parte de las administraciones", afirman.

Pero el Gobierno y los bancos dicen que el valor de la deuda supera el precio de la casa y que en este momento el sistema financiero no soportaría aceptar los pisos como pago. Más de la mitad de las familias afectadas son españolas. No se quedan en la calle porque los suelen acoger sus familiares. Los inmigrantes lo tienen más complicado.

El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, ha afirmado que "las democracias no rescatarán otra vez al sistema financiero". En un encuentro sobre la reforma del sistema financiero, organizado por Expansión y KPMG, Trichet ha sido rotundo: "Los ciudadanos no permitirán que por segunda vez los Gobiernos movilicen el 27% del PIB a ambos lados del Atléntico para salvar el sector financiero". A su juicio, las autoridades de supervisión y el sector privado deben seguir con las reformas que se han iniciado para aumentar el control y la transparencia con una "determinaciòn inflexible".

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha instado al Gobierno a suprimir los "obstáculos para la creación de empleo". En unas jornadas sobre la reforma financiera, organizadas por KPMG y Expansión, ha destacado que España ha afrontado unas medidas de reforma "de dimensión casi histórica" y el sistema financiero está en condiciones "de atender la demanda de crédito solvente cuando está se recupere". Esta circunstancia "debería producirse antes -añade el gobernador- si se adoptan las reformas pertinentes que supriman los obstáculos a la creación de empleo y permitan empezar a reducir nuestras ingentes cifras de parados".

El analista, director de la agencia Thomson Reuters en Europa, Juan Ignacio Crespo, analiza las consecuencias de una posible salida del euro de Grecia. Crespo adelanta que en la actualidad no existen mecanismos que regulen esa posibilidad y señala que "podría provocar un pánico bancario y causar la quiebra del sistema bancario heleno". La moneda griega, el dracma, quedaría muy devaluada frente al euro y tendría aún más dificultades para afrontar el pago de la deuda. Los bancos franceses y alemanes son los que más deuda griega tienen y necesitan ganar tiempo, para hacer provisión con sus beneficios, antes de una posible reestructuración.