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El expresidente de CatalunyaCaixa Narcís Serra ha defendido este jueves la legalidad de los aumentos de salario aprobados en 2010 a la excúpula de la entidad financiera en el arranque del juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona por los sobresueldos abonados en la antigua caja, que tuvo que ser rescatada por el Estado. La primera jornada del proceso se ha dedicado a cuestiones previas, en la que las defensas de Serra y del exdirector general Adolf Todó, para los que se piden cuatro años de cárcel, han intentado que el tribunal anule el auto de apertura de juicio oral y al mismo tiempo limitar la cuantía de los sobresueldos otorgados por los cuales se les juzga.

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a cuatro años y medio de prisión del expresidente de Caja Madrid y Bankia, Rodrigo Rato, y las de 63 exdirectivos y exconsejeros de la entidad financiera, cuyas penas oscilan entre cuatros meses y cuatro años y medio de cárcel, por un delito continuado de apropiación indebida por el uso fraudulento de las conocidas como tarjetas 'black'.

El ex consejero delegado de Banco de Valencia Domingo Parra ha negado haber propuesto las tres macrooperaciones inmobiliarias que causaron un daño de 160,5 millones, de las que ha dicho que contaban con garantías, fueron un "éxito" hasta la crisis e hicieron a la entidad "ganar dinero". "No soy quien plantea las operaciones, ni decide cuándo se ejecutan, ni los papeles que se piden", ha espetado ante la sección primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional en el juicio por presunta administración desleal o apropiación indebida y blanqueo, en la que también están acusados el exdirectivo Alfonso Monferrer, los empresarios Salvador Vila, Juan Soler, Fernando Polanco y su mujer, Teresa Villalba, y el notario Carlos Pascual.

Hace diez años, las imágenes de los empleados de Lehman Brothers saliendo de la sede del cuarto banco de inversión de Estados Unidos con cajas de cartón en las que llevaban sus pertenencias dieron la vuelta al mundo. La mayor quiebra de la historia estadounidense -un agujero de más de 600.000 millones de dólares- dejó en la calle a 25.000 empleados y se convirtió en un símbolo, en el de la recesión más profunda que había vivido el mundo desde 1929, que solo aguantaron las economías emergentes (que recibieron los capitales que huyeron de EE.UU. y Europa) y de la que muchos aún hoy no se han recuperado.

El banco, uno de los más antiguos de Estados Unidos, se ha convertido en símbolo de la crisis financiera. Durante estos años, autoridades y reguladores han puesto en marcha medidas para evitar que la historia se repita, y que pasan entre otras cosas, por reforzar su capital o controlar más los riesgos que asumen las entidades.

  • La participación del Estado en la entidad financiera supera el 60% y el objetivo es recuperar las ayudas públicas
  • La normativa actual fija finales de 2019 como plazo para completar la privatización de Bankia
  • La ministra de Economía advierte de que si no se aprueba la senda del déficit los impuestos tendrán que subir más