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Los expertos apuntan que los dos grandes bancos no tendrán problema para cumplir con las nuevas provisiones a las que obliga la reforma financiera. Y consideran que las complicaciones vendrán de la banca mediana y de las cajas más pequeñas que tendrán que pedir ayuda al Fondo de reestructuración bancaria.

La jornada de hoy, lunes 14 de mayo de 2012, para Europa es complicada: el Eurogrupo analiza la reforma financiera en España y la situación política en Grecia, de la que se empieza a creer que debería abandonar el euro. Las Bolsas europeas están en pérdidas y la Prima de Riesgo está disparada en España e Italia. Para hablar de todo esto tratamos en Radio 5 con Javier Flores, responsable del Servicio de Estudios y Analisis de la Asociación Europea de Inversores Profesionales (ASINVER), que asegura que la realidad es que el fondo de la reforma está despertando más dudas que resolviendo cuestiones, y que se ha abierto una puerta a nuevas medidas que supondrán mucho dinero para inyectar a la Banca española que saldrán del bolsillo ciudadano o del gubernamental, porque el agujero que existe en el ladrillo de la Banca española que por si solo no podrá nunca cubrir las pérdidas (14/05/12).

Por el momento conocemos los datos de algunos bancos. Unicaja y Ceiss cifran sus provisiones en 888 millones de euros; Novagalicia 1.109 millones. Dexia Sabadell anuncia que No necesita provisiones. La Comisión Nacional del Mercado de Valores había pedido esta información antes de la apertura mañana de las bolsas. Estas provisiones se contemplan en la última reforma financiera del Gobierno. Hoy precisamente el comisario europeo de asuntos económicos la ha elogiado porque, dice, despejará las dudas sobre el sector bancario español.

El presidente del Gobierno dice que la reforma financiera es la solución definitiva tras tres años de parches, y que es necesaria para poner en el mercado cientos de miles de viviendas. Rajoy ha defendido la última decisión de su ejecutivo, y con Asturias amenazada de intervención, ha puesto también la mirada en las comunidades autónomas.

  • Los expertos coinciden: el arrendamiento iba a extenderse, y así lo hará más
  • Se flexibilizan los contratos, pero la clave está en las sociedades de alquiler
  • Unos ven bien potenciarlas; otros critican darles privilegios sin beneficio social
  • También se reduce el plazo de duración del alquiler o la actualización del precio

Dos auditores independientes, tal y como pedía Bruselas, analizarán la situación real de la banca española. Además, los bancos tendrán que hacer importantes esfuerzos para incrementar en 30.000 millones las provisiones con las que hacer frente a los créditos dados al ladrillo, tanto a los problemáticos como a los sanos. Los que no puedan afrontarlo contarán con prestamos de dinero público a cinco años y a un 10% de interés. Con esta nueva reforma el Gobierno intenta crear una red de seguridad y recuperar la credibilidad de los bancos españoles. Se trata de evitar que se repitan situaciones como la que ha provocado la nacionalización de Bankia. Una auditoría sacaba a la luz que el grupo tenía sobrevalorado su patrimonio en 3.500 millones de euros.

Alfredo Pérez Rubalcaba ha reunido hoy a los barones socialistas para analizar los recortes en sanidad y educación y la reforma financiera aprobada ayer por el Gobierno. Se espera una hoja de ruta con medidas a tomar

La nacionalización parcial de Bankia ha generado un cruce de acusaciones entre los dos principales partidos. El PSOE culpa a los "gestores del PP" de la entidad, mientras los populares responsabilizan al Banco de España, pues, según ha opinado su portavoz en el Congreso, Alfonso Alonso, el PSOE nombró como gobernador del Banco de España a un amigo.

La reforma financiera ha sido también valorada por los partidos de la oposición. El PSOE reclama que sea una reforma transparente, han dicho, y de coste cero para los ciudadanos. CiU, Izquierda Unida y el sindicato UGT también han valorado.

En la rueda de prensa se presentaba la segunda reforma financiera del gobierno en apenas tres meses. La primera obligó a los bancos a tener fondos que respalden lo que se llama el ladrillo malo, es decir, los créditos a particulares, promotores o inmobiliarias que tienen dificultades en cobrar. Y esta segunda obliga a los bancos a respaldar también los créditos que en principio no presentan problemas.