Hebe de Bonafini, presidenta de las Madres de la Plaza de Mayo, ha muerto a los 93 años. Luchó contra la dictadura militar argentina y dedicó media vida a buscar a sus dos hijos secuestrados. Activista por los derechos humanos, fue una líder emblemática, radical y también polémica.
Foto: Hebe De Bonafini en Buenos Aires, Argentina (AP Photo/Jorge Saenz)
En un polémico partido que tuvo 10 expulsiones, siete de ellas en el campo de juego, Racing Club derrotó por 1-2 a Boca Juniors con un agónico gol en tiempo extra de Carlos Alcaraz y se llevó el Trofeo de Campeones, último título de la temporada del fútbol argentino.El encuentro terminó dos minutos antes del final porque Boca se quedó con seis jugadores en el tiempo suplementario tras la expulsión de Darío Benedetto por un gesto antideportivo contra el árbitro Facundo Tello. Por Boca fueron expulsados Alan Varela, los colombianos Sebastián Villa y Frank Fabra, el peruano Luis Advíncula y Benedetto. Además, en el banco xeneize el árbitro Tello expulsó al técnico Hugo Ibarra, a Diego González y al peruano Carlos Zambrano. Mientras que el también colombiano Johan Carbonero y Carlos Alcaraz vieron la tarjeta roja en Racing.
Este viernes ha terminado la última jornada de alegatos de defensa de Cristina Fernández de Kirchner en el juicio por presunta corrupción. La vicepresidenta ha dicho que la causa es una fábula y acusa a los fiscales de mentir. "Quiero hacer un formal pedido ante este tribunal para que al finalizar las audiencias se extraiga testimonio de todas y cada una de las mentiras de los fiscales contrastadas con la prueba documental, pericial y testimonial que tuvo este juicio", ha señalado Fernández ante el tribunal, y ha agregado que se está ante "un claro caso de prevaricato (prevaricación)".
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, reapareció en público tras el atentado en su contra y aseguró estar viva "por Dios y por la Virgen", afirmó la vicepresidenta durante un encuentro con el grupo Curas en Opción por los Pobres, sacerdotes que realizan actividades en asentamientos precarios.
Tras dos semanas del intento de magnicidio contra la vicepresidenta y exmandataria de Argentina (2007-2015), cuatro personas se encuentran detenidas y la Justicia continúa investigando si los sospechosos actuaron por iniciativa propia.
"Lo más grave no es lo que me pudo haber pasado a mí, sino que se rompió el acuerdo social que había desde 1983", dijo Fernández en referencia a la fecha en que el país suramericano recuperó la democracia.
El teléfono móvil de la novia del agresor se ha convertido enpieza clave para resolver el atentado fallido. Ella es Brenda Uliarte, la pareja de Fernando Sabag, el hombre que gatilló en la cara a Cristina Fernández. Ambos están detenidos, pero también han sido arrestados otros dos sospechosos de encubrir el ataque.
El caso está bajo secreto de sumario, pero los mensajes de ese móvil, difundidos por medios argentinos, dan un giro a las investigaciones, que colocan a Brenda Uliarte con un rol central. "Mandé a un tipo para que mate a Cristi", dice en uno de los mensajes intercambiados con una amiga, la tercera detenida.
En argentina, detenida una tercer sospechosa por el ataque a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Es una amiga de la pareja del principal acusado.
En Argentina, la policía no logra desbloquear el móvil del detenido por atacar a Cristina Fernandez de Kirchner y temen que se haya perdido información crucial para el caso. Mientras, sigue bajo el foco la labor del equipo de seguridad de la vicepresidenta.
FOTO: Varias personas participan en Buenos Aires en una manifestación en apoyo a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández. Emiliano Lasalvia / AFP
El escenario del atentado fallido a Cristina Fernández está tranquilo. Algunos aprovechan para hacerse fotos sin la multitud de días pasados a la entrada del edificio donde vive. El intento de asesinato a la vicepresidenta llega en un momento de alta crispación en Argentina y expone la polarización del país. La oposición acusa al Gobierno de utilizar políticamente el ataque.
Foto: La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, saluda a sus simpatizantes mientras sale de su residencia en Buenos Aires (EFE/ Enrique García Medina)