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El Reino Unido indemnizará a miles de víctimas de torturas y crímenes cometidos por sus tropas en Kenia hace más de medio siglo, cuando lo que hoy es territorio keniano formaba parte del imperio británico. Algunas de esas víctimas recurrieron a la justicia y el Tribunal Superior de Londres les ha dado la razón.

Nelson Mandela está otra vez hospitalizado. Se ha agravado su infección pulmonar, pero respira sin asistencia. El ex presidente de Sudáfrica cumplirá 95 años en julio.

Desde el aire es un desierto aparentemente deshabitado. El Ejército trata de controlar el territorio donde opera Boko Haram. Los militares han permitido a un gurpo de periodistas acceder a las zonas de combate. Les muestran lo que era un campamento rebelde en el estado de Borno, uno de los tres donde se ha declarado el estado de emergencia. ay vehículos quemados y restos de lo que parecer una huida precipitada. El general  encargado del departamento de información que ha preparado cuidadosamente la visita muestra la  gran cantidad de armas confiscadas a los insurgentes. 

Han tardado muchos años pero los miembros del movimiento independista keniano Mau Mau han conseguido este jueves después de más de 50 años de reclamaciones que el gobierno británico les reconozca los sufrimientos y torturas que padecieron entre 1952 y 1960 a mano de las autoridades coloniales del Reino Unido.

Gran Bretaña gobernó la colonia hasta 1963, cuando Kenia consiguió su independencia.

Este medio día ante el Parlamento en Londres y a través del ministro de Exteriores, Willian Hague, los Mau Mau obtenían ese reconocimiento largamente reclamado, al asegurar públicamente el ministro que Reino Unido ¿reconoce que los kenianos fueron objeto de tortura y otras formas de malos tratos a manos de la administración colonial. El gobierno británico lamenta sinceramente que estos abusos dificultaran el proceso de independencia de Kenia¿.

Así las cosas el Gobierno británico indemnizará con 19.900.000 libras a los 5228 supervivientes del movimiento y construirá un monumento en Nairobi para recordar a las víctimas de la tortura y malos tratos en la época colonial.

Los Mau Mau nacieron en el seno de la tribu kikuyu, en el centro del país y fueron declarados peligrosos para el gobierno de la colonia en 1950. Las autoridades, además de expulsar a miles de nativos para quitarles sus tierras y entregárselas a los colonos blancos, cometieron graves torturas contra los nacionalistas.

Muchos de esos independentistas fueron asesinados y otros muchos castrados en los campos de concentración que vigilaban los militares británicos.

Es una sentencia sin precedentes en el mundo árabe. De hecho, la legislación marroquí no contempla la agresión sexual dentro del matrimonio y el tribunal ha tenido que condenar simplemente por agresiones.

La Justicia egipcia ha dado este domingo un revés al presidente del país, Mohamed Mursi, y a los Hermanos Musulmanes con un fallo que considera ilegales los procesos de elección a la Cámara alta del Parlamento y a la Asamblea Constituyente, dominadas ambas por los islamistas.

Las mujeres de Túnez, el país del mundo árabe en el que tenían reconocidos más derechos, ven como día a día se recortan libertades. Entre las últimas decisiones, los islamistas radicales han logrado que se elimine la prohibición del uso del nikab en los exámenes de la Universidad, contra el criterio de los profesores.

 La relación del gran explorador escocés con este país del sur de África desborda la metáfora: David Livingstone dejó su corazón en Zambia. Lo dejó de verdad, aquí está enterrado en el poblado donde murió después de escribir las páginas más gloriosas de la exploración del continente. Fue él quien bautizó las espectaculares cataratas Victoria (hoy en la frontera con Zimbabue) en homenaje a su reina. Hoy, medio siglo después de la descolonización británica, el país presenta una gran diversidad étnica y lingüística en convivencia con los aires de la globalización. Así Lusaka, la capital zambiana, nos ofrece una cara moderna, con altos edificios en su centro de negocios, y otra cargada de cruda realidad: las barriadas de chabolas donde reside la mayoritaria clase baja llegada del campo.