El verano es una mina
- Visitamos El Pozo Sotón, recorremos el río Cinca, Peñíscola y las costas de Mundaka
¿Se atrevería a bajar al interior de una mina de carbón a 700 metros bajo tierra? En Comando nos hemos puesto el mono y el casco para descender a las entrañas de la tierra.
El Pozo Sotón
El Pozo Sotón, en Asturias, es la primera mina española que abre a visitantes y turistas. Sin recuperarnos del impacto subimos a la superficie para recorrer con los nabateros el río Cinca.
Los nabateros del Cinca
Sorteamos doce kilómetros de corriente en balsas de cinco toneladas fabricadas con troncos de árbol. El agua del río nos llevará hasta el Mediterráneo para refrescamos en las tranquilas aguas de Peñíscola, uno de los destinos playeros más familiares.
Peñíscola
Terminamos comiendo besugo en las costas de Mundaka, disfrutando, además, de su fiesta y de la mejor ola de izquierdas del mundo.
La costa de Mundaka
Joaquín es nabatero, lleva 31 años bajando el río Cinca tal y como hacían sus antepasados. Los hombres de la Comarca del Sobrarbe, en Huesca, construían balsas con grandes troncos de árbol. Transportaban así la madera desde los Pirineos hasta el Mediterráneo.
Los nabateros del Cinca
El oficio desapareció en los años 40, pero se ha convertido en celebración para conservar una tradición que año tras año congrega, a orillas del río, a miles de personas.
Los nabateros del Cinca
Es la primera vez que una cámara de televisión se sube a una nabata. Compartimos la hazaña con los nabateros y comprobamos lo difícil y arriesgado que resulta descender doce kilómetros de corrientes en embarcaciones de cinco mil kilos.
Que el verano es una mina lo saben bien los visitantes y turistas que se acercan estos días al asturiano Pozo Sotón. Bajar a las entrañas de la tierra es posible por primera vez en España desde este verano.
El Pozo Sotón rtve
Pedro y otros cinco mineros guían al visitante por cinco kilómetros de galerías excavadas en la roca.
El Pozo Sotón
Son cinco horas de experiencia intensa y real en la que es posible desde picar carbón con barrena y martillo, bajar por la arriesgada pendiente de una chimenea de 800 metros de longitud y apenas un metro de ancho, hasta llegar a la cota máxima de profundidad: 700 metros bajo tierra.
El veraneo en familia y los tiempos de reencuentros con primos, tíos, sobrinos, cuñados, suegros, abuelos o nietos tienen su capital en Peñíscola durante julio y agosto.
Peñíscola
A la localidad castellonense le han dado el sello de “Turismo familiar” porque el setenta por ciento de quienes aquí veranean lo hacen en familia. Raquel, José María y sus tres hijos acaban de llegar, eligen hotel y media pensión porque aquí todo está pensado para los niños.
Peñíscola
Hasta el agua de la playa parece tener en cuenta la infancia y la tranquilidad de las familias: el mar empieza a cubrir a cien metros de la orilla.
En Mundaka todo el mundo mira al mar, su ola, la considerada mejor ola de izquierdas del mundo está en peligro.
La costa de Mundaka
Lo saben visitantes y vecinos de esta localidad de la costa vasca. La ola atrae turismo y el mar regala besugos frescos y exquisitos,
La costa de Mundaka
en la fiesta de la bruja el pescado a la brasa se riega con vino y se tiran a la hoguera los malos augurios para que las arenas no se lleven la ola.
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