Enlaces accesibilidad

Un siglo de la Gran Guerra en 'La noche Temática'

  • Nos acerca a la primera guerra en la que se usaron armas químicas
  • Y analiza las consencias en el medio ambiente de las guerras del siglo pasado

Por
La Noche Temática - Un siglo de la Gran Guerra - Avance

'Las huellas de la guerra'

La Noche Temática inicia su emisión con el documental “Las huellas de la guerra”, una producción francesa de 2013, dirigida por Maximilian M. Mönch, de 52 minutos de duración y producida por Werwiewas Production con ZDF y 3sat.

'1914-1918, el ruido y la furia'

La Noche Temática continúa su emisión con el documental “1914-18 El ruido y la furia”, una producción francesa de 2008 dirigida por Jean-François, de 100 minutos de duración y coproducida por Program 33, France Télévisions y RTBF.

En el siglo pasado, más de doscientas guerras arrasaron nuestro planeta. La Gran Guerra, entre el 14 y el 18, fue la primera y de ahí nacieron las grandes catástrofes del siglo. Fue la primera guerra industrializada y la primera en el uso de armas químicas. ¿Pero cuáles son los efectos en el medio ambiente? ¿Cuáles son las consecuencias ecológicas de las guerras del siglo pasado?

Más de 100 años después del inicio de la I Guerra Mundial, La Noche Temática nos acerca a este conflicto y al impacto de las guerras del siglo XX en el medioambiente.

Esta Noche Temática incluye los siguientes títulos:

“Las huellas de la guerra”

Los ataques militares tienen unas alarmantes consecuencias en el ecosistema. Los residuos radiactivos contaminan los campos, millones de toneladas de munición yacen en nuestros océanos, agentes químicos contaminan nuestros paisajes, el uso militar es el responsable de alrededor del diez por ciento de las emisiones globales de dióxido de carbono – la huella militar es enorme. Desde la Primera Guerra Mundial hasta hoy, la naturaleza está en la línea de fuego.

Después de 100 años, las huellas de la guerra, las seguimos encontrando en los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial como el de Verdún.

Millones de toneladas de municiones sobrantes de la II Guerra Mundial yacen en las costas de Canadá. Los residuos radiactivos procedentes de submarinos soviéticos fueron lanzamos al mar durante la guerra fría y siguen contaminando las aguas de Noruega y Rusia. En Vietnam el agente naranja lanzado desde el aire por Estados Unidos durante 10 años ha destruido el 15 por ciento del ecosistema vietnamita. En el mar Báltico encontramos un barco hundido Alemán con armas químicas en su interior. Y las islas paradisiacas del Pacífico nos ofrecen un alarmante testimonio de 5 décadas de entrenamientos militares.

Las huellas de la guerra están por todas partes y son inconfundibles.

Los efectos de la guerra en el medio ambiente van mucho más allá de los causados por el propio conflicto bélico. Sólo en los preparativos se consumen unos quince millones de kilómetros cuadrados de materia prima, el seis por ciento de toda la que hay en el mundo. El siglo veinte es un tiempo en que la guerra, entendiendo por guerra los preparativos, el conflicto bélico y los que sucede después, todo ese conjunto, ha tenido un impacto considerable en el medio ambiente. Es un problema ecológico surgido de las guerras industrializadas del siglo veinte al que debemos enfrentarnos en el siglo veintiuno.

La noche temática - Las huellas de la guerra

“1914-18 El ruido y la furia”

Más de diez millones de muertos y, veintitrés millones de heridos, es decir, la mitad de los setenta millones movilizados, este es el resultado de la Gran Guerra. Gracias a archivos inéditos, material coloreado, y fragmentos de películas, este documental trata de explicar lo inexplicable: cómo decenas de millones de hombres sufrieron la dureza de vivir en las trincheras, zanjas que se convirtieron en el frente de combate durante 4 años, temporada tras temporada, día tras día, noche tras noche. Cómo pudieron aceptar la idea de una muerte segura o de acabar heridos sin conocer la razón de por qué estaban peleando. Lo que muestra este documental parece una locura: la I Guerra Mundial se mantuvo por un consentimiento general.

Esta es la historia en primera persona de un combatiente que sobrevivió a la guerra.

A través del testimonio de un soldado francés que sobrevivió a los cuatro años de guerra, nos acercamos al sufrimiento del soldado de a pie y a los combates más feroces, como las batallas de Verdún y Somme. Este soldado nos cuenta en primera persona su sufrimiento en las trincheras: “Comemos barro, dormimos embarrados y vivimos vidas de barro, como si lleváramos con nosotros desde el principio, y ya casi abierto, nuestro ataúd. Los pies helados, después amputados, es el pan cotidiano del soldado. El barro unido al frío, es la lepra. Ataca todos los miembros y paraliza el sistema nervioso. Es sencillo, somos muertos vivientes, sepultados que sueñan con ser expulsados a la superficie terrestre, con tal de que esto pare: el barro, la lluvia, el fuego y el frío por la noche”.

¿Cómo decenas de millones de hombres podrían haber sufrido una incomprensible masacre en las trincheras lugar que se convertirían en el campo de batalla?

“Las ratas. Las ratas son un verdadero suplicio… ¡Os lo juro, nos devoran! Intento contarlo con una sonrisa. A la gente le encanta que la haga reír con mi miedo a las ratas. La verdad, todas las noches nos dormimos acojonados por la idea de que nos devoren. También tenemos otros compañeros muy íntimos: los piojos. Nosotros los llamamos Totos. La comezón te vuelve loco, es una tortura mental y física. “Peludos”, “rosbifs” y “alemanes”, todos estamos ahí, rascándonos hasta la muerte”.

La Noche Temática - Avance: '1914-18 El ruido y la furia'