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Carmen Calvo, una cuestión de objeto

  • La artista valenciana expone en Fuenlabrada una selección de sus obras
  • Visitamos su estudio en Valencia, y además visitamos la exposición

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Las sombras y las luces de Carmen Calvo

El tema del objeto es en la obra de Carmen Calvo el pilar que sostiene su edificio creativo. "Los objetos forman parte de uno" afirma la artista. Y resulta sorprendente como la Premio Nacional de Artes Plásticas 2013 le da la vuelta a las cosas, sacando de ellas lecturas y capas de conocimiento que van ligadas a lo que hemos sido y a lo que somos. Como seremos es otra cuestión.

En el trabajo de Carmen hay mucho de cronista social, de testigo de las diferentes épocas por las que va pasando este país. Momentos vividos y reflejados de primera mano. Un mirarse en el espejo y recordar que no hace tanto el luto era el pan nuestro de cada día, un “luto” que sigue vigente de otras maneras, porque, tal y como me comentaba Carmen en su estudio de Valencia, hay aspectos que no han cambiado tanto aunque parezca lo contrario.

"Eres guerrillera y combativa Carmen, no lo puedes evitar", le decía y ella se reía. A Carmen le gusta contar, mostrar y eso provoca que nos detengamos a pensar, que nos planteemos ciertas cosas. No es una obra para adornar, fácil de colgar en un salón, pero es una forma de expresar, de materializar, tan personal, tan Carmen, que ahí tenemos lo que se le pide a un artista, ese sello que le hace inconfundible.

Una exposición imprescindible

Cuarenta años de trabajo constante, disciplinado, perseverante, fiel a sus planteamientos, del que podemos inocularnos una buena dosis en una maravillosa retrospectiva, "Todas las sombras que el ojo acepta", que estos días puede verse en el Centro de Arte Tomás y Valiente, en la localidad madrileña de Fuenlabrada.

Mira el montaje de "Una conversación", de Carmen Calvo - Ver ahora

Una oportunidad excelente para contemplar, entre otras obras, dos que estuvieron en la Bienal de Venecia de 1997, cuando Carmen Y Joan Brossa fueron los encargados de poner el rostro al arte de nuestro país. Una de ellas es una recreación de la instalación “Una conversación” y la otra es una pieza compuesta de 21 pizarras, propiedad del Museo Reina Sofía. Dos obras llenas de matices y detalles que invitan a mirar de mil maneras porque “una pintura siempre está abierta a la crítica, a la mirada del espectador, la pintura hay que mirarla”, Carmen Calvo dixit.