El vecino de abajo

Vecinas comprometidas

Las Hijas de la Caridad son unas vecinas más de las “600” pero están radicalmente comprometidas con la realidad del barrio. Viven en un piso como cualquier familia, tienen muy buena relación con los vecinos y ayudan a todo el que pueden. Vinieron hace 27 años y aquí siguen, felices y contentas, tratando de frenar el deterioro del barrio y dando vida y esperanza a los pobres. La comida es la primera y más apremiante necesidad de la barriada porque el hambre ha entrado en las casas. Las Hijas de la Caridad, conjuntamente con la parroquia, distribuyen alimentos al 70% de las familias.

Las religiosas, además de dar de comer al hambriento, tienen una serie de proyectos de formación y desarrollo humano que canalizan a través de la Obra Social Margarita Nasseau , en recuerdo de la primera Hija de la Caridad que murió en Francia atendiendo a los apestados. Por ejemplo, el programa ALCA (Alternativa a la Calle) para chicos y chicas con fracaso escolar y en riesgo de exclusión social de los barrios de La Milagrosa y La Estrella. Otro proyecto de las Hijas de la Caridad es “Mujer Joven” en el que participan 22 jóvenes, gitanas y payas del barrio de “las 600”, que al quedar embarazadas abandonaron la escuela. “Amanece” es otro proyecto de la Obra Social de las Hijas de la Caridad destinado a mujeres embarazadas, algunas muy jóvenes, que no quieren abortar pero carecen de apoyo familiar y recursos económicos para traer a sus hijos al mundo.