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Más Isabel - Las cortes de Madrigal

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Probablemente en aquella reunión extraordinaria, la primera de Isabel como reina, no se trató el tema hebreo. Pero marcan un antes y un después en la política y el gobierno de Castilla.

Llama la antención, como destaca Manuel Fernández Álvarez en su libro Isabel Católica, el lugar escogido por la Reina para celebrar estas cortes: Madrigal de las Altas Torres, la villa donde nació. Isabel quiso darle la mayor solemnidad y significado posibles.

Con Castilla prácticamente en manos de Isabel y Fernando, muy pocos dudaban ya de la legitimidad de la hermana de Enrique IV. Ya se había encargado ella de dejarlo claro: ella era la elegida por Dios para gobernar Castilla. Así lo dicen sus monedas recién acuñadas: Reges Dei Gratia (Reyes por la gracia divina).

"En las Cortes de Madrigal - nos explica Teresa Cunillera - ya se vieron las intenciones de estos reyes. Iban a reorganizar todo el sistema gubernamental. Van a crear una monarquía que va a tocar todos los temas de la vida política y social."

Villarroel coincide: "Supone uno de los primeros grandes pasos de la monarquía de los Reyes Católicos. Mostrarán cuál es la línea que van a seguir. Ellos gobiernan. Ellos son los reyes y la nobleza está solo para colaborar con ellos."

Irisarri nos explica algunos de los acuerdos a los que allí se llegó: "Se presentaron 42 peticiones, siendo la mayoría convertidas en leyes. Legislaron las Cortes sobre la seguridad de reino, administración de Justicia, Hacienda real; orden social y religioso; judíos y moros, cautivos, mudéjares y renegados; política mercantil y de comercio (moneda y transacciones; juegos de azar; cultura (libros); hidalguías, etcétera, y dieron la aprobación a la Santa Hermandad, que ya estaba operativa. Además, fue jurada la infanta Isabel como heredera de los reinos de Castilla y de León, a la muerte de su señora madre."