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La lista de la compra: imprescindibles para alimentarnos mejor

  • Conviene planificar el menú de la semana y elaborar una lista de la compra en casa
  • La organización de la nevera es clave para la conservación de los alimentos

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Para todos La 2 - Nutrición - Mismos alimentos, menos calorías - Entrevista con Pilar Munné

Alimentarse bien es garantía de gozar de mejor salud y bienestar. Cuando vamos a la compra nos fijamos en el precio, y cada vez más en las ofertas. Pero lo importante es también revisar la etiquetas y sobretodo comprar productos frescos. Son recomendaciones que hace, de entrada, la nutricionista colaboradora con Para Todos La 2, Pilar Munné, quien en su libro Mismos alimentos, menos calorías, con trucos para comer mejor.

Es recomendable llegar al mercado o a las tiendas de alimentación sabiendo lo que vamos a comprar. Por ello, Munné aconseja escribir una lista de alimentos que nos permitan elaborar platos equilibrados, nutritivos y acordes con nuestras necesidades.

Hacer una lista de la compra en casa

Para no saltarnos este truco de la buena alimentación se puede establecer una franja horaria semanal en la que confeccionemos la lista, según lo que vayamos a cocinar. El objetivo es crearnos un hábito y evitar comprar productos que empeoran nuestra alimentación.

Leer las etiquetas de los productos

Además de animarnos a llenar el carro de productos frescos, podemos aprender a interpretar las etiquetas de los productos. Por ejemplo, podemos tener en cuenta si las calorías que nos indican son por ración o por cada 100gr.

También llevan información impresa la cáscara los huevos. Cuanto menor es la primera cifra, más sano se considera. El número 0 y el número 1 indican respectivamente, huevo de gallinas criadas en libertad o en granja en semilibertad.

Organizar la nevera

También es importante saber organizar la nevera: hay que colocar los alimentos que necesitan más frío -como carne o pescado- abajo. Y lo que precisa menos frío, en la parte de arriba. En la puerta: huevos, bebidas y salsas.

Congelar-descongelar

Respecto a la congelación, nunca hay que volver a congelar lo descongelado porque las bacterias se reproducirían con más celeridad y pueden dar lugar a problemas estomacales.