Enlaces accesibilidad

Volver con... Alberto San Juan a Cañamares

Por
Volver con... - Alberto San Juan

Alberto San Juan vuelve a Cañamares, el pueblo de Cuenca donde se encuentra toda la familia materna del actor. Allí pasó muchos veranos de su infancia y a medida que han ido pasando los años cada vez necesita más volver para recuperar sus raíces y sentirse cerca de los suyos.

La panadería de Cañamares es la primera en abrir sus puertas cuando comienza el día. Alberto pasa por allí para saludar a su prima Montse, la propietaria. De niño el actor acompañaba a su primo Toño a hacer el reparto del pan por los pueblos de los alrededores en un viejo SEAT. Recordando aquellos tiempos, Alberto se anima a llevar el pan a su tía Alicia.

Reencuentro familiar

El repartidor improvisado se reencuentra con su prima Charo en casa de Alicia y juntos dan un paseo hasta la plaza del pueblo. Entre recuerdos de sus noches haciendo espiritismo y tardes de verano comiendo pipas en la cruceta de la plaza, pasan por allí sus primas Carolina y Leticia, hijas de los panaderos. Juntos charlan sobre amores y terminan animando a Alberto para que se de un paseo a caballo entre los campos de mimbre.

La playeta del río Escabas siempre ha sido el lugar preferido de los vecinos cuando aprieta el sol en Cañamares. Alberto recuerda allí cómo conoció a una chica que salía del agua, por la que se sintió atraído y luego resultó ser su prima Cristina, que ahora vive en Nueva York. Aquella mágica aparición vuelve a repetirse a orillas de ese mismo río.

La antigua casa familiar es el siguiente destino de Alberto. Cada habitación de esa vieja casa está llena de recuerdos para el actor. Allí jugaba con sus hermanos, dibujaba tractores, montaba en su caballo de juguete y años más tarde, en una de sus camas tuvo su primera relación sexual.

El comedor de la casa está ocupado por Alfaro, la madre de Cristina, que está haciendo chorizos artesanales y Alberto se anima a echarle una mano. La reunión se completa con la llegada de su prima Beatriz y su tío Leoncio. Al calor de unos chupitos de licor termina el primer día de viaje.

Recorrido en bicicleta

A Alberto siempre le ha gustado recorrer el pueblo en su vieja bicicleta azul. Bajo nubes de tormenta, Alberto recuerda las canciones que siempre ha asociado a Cañamares. La bici le lleva hasta la increíble vista de los campos de mimbre donde están trabajando sus primos Carlos y Javi. Alberto arrima el hombro bajo la lluvia para ayudarles a cargar el mimbre en el tractor de su tío Román.

El bar de Pedro es la siguiente parada del Alberto. Allí ha quedado con su compañero de profesión y amigo Javier Gutierrez. Juntos recuerdan sus ensayos con la compañía teatral Animalario en Cañamares y dónde terminaban las noches después de horas de duro trabajo. Tomando un vino con Arturo, alcalde del pueblo y primo de Alberto, sellan un importante compromiso de cara al próximo verano.

Las horas pasan deprisa cuando se está en buena compañía y los dos actores se reúnen con toda la familia de Alberto alrededor de una mesa llena de buena comida. La música y el afecto que les une es la mejor despedida para un regreso a Cañamares que no será el último.