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Rusia prohíbe la entrada de ciudadanos chinos por temor al coronavirus a partir del 20 de febrero

  • Según ele Ejecutivo la restricción es válida para visitas con fines laborales, particulares, turísticos o científicos
  • Los ciudadanos chinos solo podrán entrar en Rusia en caso de tránsito a un tercer país

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Rusia prohíbe la entrada de ciudadanos chinos por temor al coronavirus a partir del 20 de febrero

El Gobierno ruso ha anunciado que suspenderá la entrada de ciudadanos chinos en el país a partir del 20 de febrero. Una medida que según señalan, es un intento de impedir la propagación del coronavirus, bautizado como COVID-19.

Según asegura la directiva gubernamental, los ciudadanos chinos no podrán entrar en Rusia de ninguna manera. Un restricción que vale también para visitas con fines laborales, particulares, turísticos o científicos, según han informado a la prensa local fuentes del Ejecutivo.

[Los datos del brote de coronavirus]

Decisión motivada por el empeoramiento de la situación

A partir del 20 de febrero, los departamentos correspondientes dejarán de expedir documentos de invitación para ciudadanos chinos, que solo podrán entrar en Rusia en caso de tránsito a un tercer país.

El motivo de esta decisión, de carácter provisional, es el "empeoramiento de la situación epidemiología en China y la continua entrada de ciudadanos chinos en territorio ruso".

Esta decisión ha sido suscrita por el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, por recomendación del departamento que se encarga en combatir la propagación del COVID-19, liderado por la primera ministra, Tatiana Golíkova.

Cuarentena para medio millar de ciudadanos chinos

Más de medio millar de ciudadanos chinos han sido puestos en cuarentena en Rusia a causa del coronavirus, en su mayoría aislados en centros médicos de la región del extremo oriente en Rusia, zonas limítrofes con China.

El pasado 31 de enero, Rusia confirmó que dos ciudadanos chinos habían sido ingresados en su territorio a causa del COVID-19, causante de la neumonía de Wuhan, que se ha cobrado la vida de más de 1.800 personas. Aunque más tarde confirmó que ambos habían sido dados de alta por no ser portadores del virus.