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Los pasajeros, un día después del aterrizaje de emergencia: "Volábamos tan bajo que podía ver la Gran Vía desde el avión"

  • Tras la explosión de la rueda, los primeros cinco minutos fueron los peores. Algunos pasajeros llegaron a temer por su vida
  • Aunque los miembros de la tripulación estaban "nerviosos", dentro del avión reinó la calma gracias a las palabras del piloto

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Las mañanas de RNE con Pepa Fernández - Aterrizaje de emergencia Air Canada | "Nunca había visto un avión sobrevolar Madrid tan cerca del suelo"

Un día después del aterrizaje de emergencia del avión de Air Canada, los pasajeros que viajaron en esa aeronave averiada empiezan a ver lo ocurrido desde otra perspectiva, la de alguien que, una vez pasado el "susto", siente que ha vivido una experiencia de las que nunca se olvidan. "Los primeros cinco minutos fueron los peores. Yo saqué el teléfono porque no las tenía todas conmigo y por si acaso me tenía que despedir", explica en RNE Eduardo Íñigo, hijo del conocido periodista José María Íñigo.

Él, que vive en Canadá, fue uno de los pasajeros que relataron desde dentro de ese Boeing 767-300 con destino Torontolo que estaba sucediendo. Y ahora que la historia tiene final feliz, es capaz de revivirla de manera cronológica, incidiendo en el momento en el que se percata de que "algo no iba bien".

"Estábamos sobrevolando Madrid muy bajo. Veía la Gran Vía tan cerca que podía leer los nombres de los hoteles desde el avión. Vi la Plaza de España a una distancia…", relata Íñigo todavía con cierto asombro al recordar lo que vieron sus ojos desde arriba, minutos antes de que el piloto lograra estabilizar la nave.

Boletines RNE - Un pasajero de Air Canadá: "No habrá ningún problema para aterrizar" - Escuchar ahora

La avería dejó un olor muy fuerte a "goma quemada"

La incidencia se produjo tras la explosión de una rueda del tren de aterrizaje, que sonó "igual que cuando revienta la rueda de un coche o un autobús", y que afectó al motor izquierdo. El avión comenzó a desviarse hacia la izquierda con tanta inclinación que el suelo se veía "a poca distancia del ala".

La avería dejó un olor muy fuerte a goma quemada y entonces fue cuando todos los pasajeros, recuerda Íñigo, empezaron a asustarse.

"En ese momento, cuando el avión estaba volando encima de Madrid dije ‘esto es muy raro’. Le mandé un mensaje a mi hermano diciéndole ‘estate preparado para cualquier cosa’", revela el pasajero, que durante unos minutos creyó que no saldrían vivos.

Sobre todo, porque las primeras palabras que pronunció el piloto fueron en inglés y únicamente dijo que habían "perdido el tren de aterrizaje". Ese detalle, lejos de aclarar algo, solo sirvió para despertar la preocupación entre los pasajeros, dado que nadie sabía lo que podía significar.

Así han vivido los pasajeros el aterrizaje de emergencia

Hubo nervios, pero reinaba la calma

El piloto tardó alrededor de 20 minutos en dar información concreta sobre lo que estaba sucediendo, posiblemente, porque "ni él mismo" sabía en un principio lo que había pasado. Cuanto el avión comenzó a ganar estabilidad, todos los ocupantes de la aeronave fueron informados sobre la razón por la que había que quemar la mayor parte del combustible y regresar después al aeropuerto de Barajas, donde ese mismo día se produjo una incidencia relacionada con drones que obligó a cerrar el tráfico aéreo.

"Nos dijo que podíamos estar tranquilos y que aterrizaríamos casi de manera normal", cuenta Íñigo, que asegura que la tripulación fue "maravillosa" en todo momento y que, a pesar de que algunos miembros tenían "la respiración un poco fuerte" por los nervios, supieron mantener la calma.

Dentro de la nave no hubo en ningún momento gritos, ni pánico. Los pasajeros mataban el tiempo hablando entre ellos, algo poco habitual en vuelos que se desarrollan con normalidad.

Haber formado parte de una experiencia de riesgo y compartir los mismos nervios ha hecho aflorar, incluso, relaciones de amistad entre desconocidos que, a priori, solo compartían un viaje transatlántico.

"La señora de al lado, de los nervios, había perdido su anillo de compromiso. Nos entretuvimos buscándolo y nos reímos mucho al encontrarlo", relata Íñigo. Cree que lo pasaron peor quienes estaban abajo pendientes de la información minuto a minuto y del recorrido del avión que quienes estaban en su interior "dando vueltas" por el espacio aéreo hasta poder volver a Madrid.

Uno de los pasajeros que volaba en el avión averiado de Air Canada: "Fue un gran susto que ya pasó"

"El momento de bajar por la escalerrilla fue muy feliz"

Dado que el aparato tenía una gran cantidad de combustible, fue necesario volar durante más de cuatro horas para garantizar que el aterrizaje sería seguro, lo que llevó al piloto a recorrer por aire no solo la provincia de Madrid sino también la de Cuenca y Toledo. Durante esa operación, los pasajeros hacían "lo normal" durante un vuelo. Eso sí, les sirvieron agua, pero no comida, así que Íñigo se comió unos bocadillos de jamón que llevaba preparados.

"Pensé: 'si esto se va a estrellar, yo voy comido'", bromea un día después de los hechos.

A las 19:07 horas, la nave finalmente tocó tierra. El aterrizaje fue "mucho más ruidoso de lo normal" y la goma "seguía pegada a la llanta", pero lo importante es que todos estaban sanos y salvos. Nunca antes el aplauso a un piloto les había resultado tan "merecido".

Las secuelas psicológicas de un aterrizaje de emergencia

"El momento de bajar por la escalerilla fue muy feliz", asegura Íñigo, que no cree que ninguno de sus compañeros de vuelo vayan a tener "estrés postraumático" después de haber vivido la experiencia.

Además, le consuela saber que este tipo de vivencias pasan "solo una vez entre un millón", así que es poco probable que le vuelva a tocar.

Él volverá a subirse a un avión el próximo miércoles para regresar a Toronto, pero la mayor parte de los pasajeros que le acompañaron en el primer vuelo regresaron a Canadá el mismo lunes. Intuye que, después del incidente, le corresponde algún tipo de indemnización, pero todavía no sabe de cuánto dinero se trata.

De momento, lo único valioso que le ha dado el vuelo ACA837 de Air Canada es una buena anécdota que contar.

Los pasajeros dekl avión de Air Canada son reubicados